Chilevisión en el último tiempo viene apostando fuerte por los contenidos familiares, y ha encontrado en los programas de concursos un nicho al que pueden perfectamente sacarle el jugo al máximo para obtener ganancias de la forma que tiene que obtenerlas. Sin embargo, eso no quita que en “Pasapalabra” hayan todavía gafes que hay que corregir.
En enero, como parte de la programación veraniega (me recuerda a otro recordado espacio que también partió como “programa de verano” y terminó siendo parte de un canal por más de 6 años, como pista solo diré “Mr. Thompson”), Chilevisión estrenó su nuevo espacio de concursos “Pasapalabra”, el cual ya goza de un gran éxito en Inglaterra, España y Argentina.
Sin embargo, CHV la erró al poner como productor del programa a Carlos Valencia, si, el mismo detrás de las basuras más grandes que ha conocido nuestra televisión como “Primer Plano”, “Maldita Moda” y el recordado (?) reality “Amazonas”, que como todos acá recordamos, acabó con polémica.
Después nos ocuparemos del productor, sin embargo, no puedo negar que el esquema de “Pasapalabra” llega a ser enviciante y seductor, ver a un grupo de famosos representando a un equipo contestando preguntas de destreza mental y de cultura general nos hace recordar a esa televisión noventera, donde UCTV dedicó los viernes a programas familiares buenos, bonitos y baratos.
Peeeeeeeeeeeeeero… Valencia no es Felipe Pavéz, y asi lo demuestra con la gente que habitualmente lleva a representar a los participantes. ¿Tanza Varela? ¿Joche? ¿Arturo Longton? ¡Puro famosillo clase Z que busca volver a la tele! A veces sospecho que el productor lo hace solamente para demostrarle a los televidentes que los llamados “farandulitos” no son las personas plasticas e ignorantes que la gente cree que son. Si es asi, avisenle que le está saliendo el tiro por la culata porque hay “famosillos” que han cometido errores infantiles en su desempeño dentro del programa. Algunos incluso que son cultura general, y más que eso, cultura pop, y lo erran igual.
Ya se lo que usted de seguro va a comentar: “Ellos no están obligados a saberlo todo”. Argumento que sirve para validar hasta la ignorancia de un político de cualquier color que no tiene idea por ejemplo donde queda Calama. Igual, es un reflejo de nuestro sistema educativo, que forma personas para ganar plata y no para pensar.
Sin embargo, dejando lo negativo de lado, “Pasapalabra” cumple con su cometido de hacer una televisión familiar. Más allá de la presencia de farandulitos, el “Rosco”, la instancia final”, llega a ser adrenalínica. Cerca de 20 programas junto a la llamada “Soa Ledy” asi lo avalan, y los 20 puntos que marca el espacio, donde incluso le ha ganado a tanques como “Vértigo” e incluso la cambiante programación dominical de Mega, también lo demuestran.
“Pasapalabra” es un programa para ver en familia, aunque el productor invite a gente que durante más de 10 años la auyentó de la televisión abierta.