La violencia verbal es un problema gigantesco en nuestra sociedad, pero tal parece que para la televisión chilena, y sobre todo para los matinales, el tema se les fue de las manos.
Esta mañana en “Bienvenidos” (Canal 13), Raquel Argandoña protagonizó una tensa discusión contra el abogado y académico Jaime Bazza, quien fuera criticado por algunos legisladores por haber ido sin corbata al Congreso Nacional. Bassa se contactó con el espacio del canal de Luksic, pero fue increpado por la panelista que gana una millonada de sueldo por trabajar solo dos días a la semana dentro del espacio.
Casi unas horas después en “La Mañana” (Chilevisión), la flamante nueva panelista del programa Daniela Aranguiz -la misma que elevara el clasismo al banagloriarse de su frase narcisista de “tengo la pura cara de cuica”- discutió en duros términos con Eli de Caso por… el rol de conductor de Lucho Jara.
Este climax dentro de los espacios televisivos en directo nos vuelve a traer malos recuerdos de cuando las discusiones verbales con un tono prepotente y por motivos vacíos eran pan de cada día, tema recurrente en los paneles y llenaban las páginas de los diarios y sitios de internet.
¿En qué momento se perdió el respeto? ¿Cómo no se es capaz de elevar el nivel de cada debate? ¿Por qué ese afan de hacer pelear a panelistas por temas que son y seguirán siendo una banalidad? Después por algo Netflix y las parabólicas terminan siendo un elemento de primera necesidad en las casas de Chile.