No sabía si tirarla o no esta semana, pero igual han pasado varias cosas en la televisión chilena, asi que vamos con ellas…
El Ubicado: DEEEEEEEEEESIEEEEEEEEEEEEEERTOOOOOOOOOOOO
Si amigos. Nadie, pero absolutamente nadie, hizo mérito esta semana para ganarse el ubicado de la semana. Realmente nadie entonó bien la nota durante estos 7 días y, lamentablemente, solo nos hemos llenado de cosas malas y poco digeribles.
Los Desubicados: Los farandulizadores de “No culpes a la noche”
Andaba tan bien esta semana el late de Katherine Salosny invitando a Izan Llunas -el Luismi de pequeño de la serie de Netflix- pero el llamado “panel farandulero” se atribuye el alza de sintonía del espacio. Lo peor fue ver a los medios profarándula -para qué los vamos a mencionar- celebrando 4.4 puntos con peak de 7 que, de todas maneras, no alcanzaron a superar a su competencia.
No amigos, ese no es el camino. Y para más remate, las críticas al rumbo del programa vinieron desde el actor Luis Gnecco, quien fue ninguneado por la producción del espacio y por la misma conductora. “Es que con estos contenidos marcamos mejor, mijo”… La misma lógica que convirtió a “Alfombra Roja” en su minuto en un programa sin identidad ni mucho menos un norte claro.
Si van a seguir dependiendo del mismo género que carcomió la industria, que jibarizó nuestra televisión y que destruyó monetaria y socialmente al medio -a tal punto de meter a los ejecutivos en una burbuja narcisista- y si siguen creyendo que es el único soporte de la misma… ¿qué hacemos entonces viendo TV abierta? ¡Netflix para todos! ¡Spotify gratuito y de calidad! ¡Libre acceso a HBOGO o a FOXPlay!
Los Carepalo: Los matinales y la muerte del Profesor
Los espacios de la mañana nuevamente desafinaron peor que Paulina Rubio y demostraron por qué son la franja horaria más vilipendiada y llevada a menos por la ciudadanía. La muerte del Profesor Nibaldo Villegas de Villa Alemana dio pie para una seguidilla de acusaciones cruzadas, notas sesgadas donde se deja como única culpable a la mujer -cuando un hombre también está involucrado y a él ni lo señalan- y el triste espectáculo de “Muy buenos días” con el supuesto audio tétrico analizado por una mentalista (!!!!!).
De esta forma, los matutinos nos llevan directo, sin escalas y con todos los gastos pagados a “los tiempos crueles de la Santa Inquisición”, como decía Lucía Méndez. Un crímen que, como buena lógica de la TV abierta, es vista por productores y ejecutivos con ojos transformados en signo peso, como si el televidente de hoy fuese el mismo que el de hace 5 o 7 años.
Lo triste es que en Estados Unidos los matinales son programas respetados y con trayectoria mientras que acá se sigue haciendo como que están pensando. Sobrepoblando la pantalla de crónica roja rojita tal como hace 7 años la vedette era el tongo de la farandulita de turno. ¿Quienes pierden? Los mismos de siempre. ¿Quienes ganan? Nadie, ni siquiera subiendo su audiencia.