Entramos en la última semana de campaña, las opciones del SI y el NO quemaban sus últimos cartuchos con el fin de convencer a los que todavía estaban indecisos de elegir, entre la permanencia del dictador Pinochet hasta 1997, o bien unas nuevas elecciones a Presidente entre varios candidatos a más tardar dentro de un año.
A continuación, veremos todo lo que ocurrió en esa última semana de campaña, profundizando lo que ocurría entonces en los medios y los diferentes cierres.
Como decíamos en la introducción, el NO ganaba de principio a fin, mientras la confrontación del SI era criticada hasta por los mismos adherentes a la opción de la continuidad del capitán general. Y como decíamos, la llamada “Pauta Oficial” no escatimaba en recursos a la hora de difundir su pensamiento en los medios masivos.
Como mencionabamos anteriormente, el Ministerio SEGEGOB de la época insertaba avisos en revistas afines como Ercilla, Qué Pasa y VEA dando a conocer su pensar ante la ciudadanía, incluyendo recriminaciones a la ausencia de un programa de gobierno por parte del NO y a la existencia de la “libertad de expresión” -como se ve en la imagen de arriba-, siendo que en la práctica, la dictadura no lo practicaba: Se restringieron en dos ocasiones las labores informativas de Radios Cooperativa y Chilena, se cerraron emisoras como Radio Corporación, Radio Magallanes y Radio Presidente Balmaceda; de hecho, se incautaron las antenas de las dos primeras para montar las radios Nacional de Chile (que nació como un medio propagandístico del régimen) y Colo Colo. Si, la misma de Omarcito.
Y en diarios era peor: En cada número de las dos últimas semanas de campaña de los periódicos aparecían gigantografías del “ciudadano ilustre de Tagua-Tagua” con lo que dijo el día de su discurso como candidato único en La Moneda: “Si yo gobierno, usted gobierna”. Asi también irrumpieron afiches de organizaciones independientes sembrando el terror con lo que podría ocurrir una vez consumado el triunfo de la opción opositora, hablando incluso de un “gobierno provisional”. En el Diario La Tercera, por ejemplo, aparecían insertos sobre los acontecimientos ocurridos en 1973 y testimonios de gente a favor de la dictadura. En diarios ligados a Agustín Edwards (LUN, La Segunda) irrumpía la imagen del arcoiris del NO transformandose en los colores rojo y negro -la bandera del MIR- y mensajes contra políticos como Volodia Teitelboim, Mario Palestro y Ricardo Lagos.
Sumado a ello, TVN también fue usado para inducir al voto en esas horas cruciales que vivia el país: Sin ir más lejos, el día 28 de septiembre la estación transmitió un especial de prensa acerca del fracaso económico de la Unidad Popular, conducido por el economista Pablo Barahona -militante RN- y con un panel compuesto por William Thayer, Patricio Guzmán y Fabrizio Levera -si, el mismo de sus avisos en el “Cine nocturno” de TVN con “Gigi L’Amoroso” de fondo, ese que dijo que estaba programado hasta el 2020 y que fallecería en 2002-.
Pero el afan de la dictadura de usar TVN como propaganda de terror no terminaba ahí, al día siguiente de ese especial y aprovechando el bloque del Área Cultural, se programó otro especial de prensa que esta vez consistía en una entrevista a Rafael Díaz Balart, ex cuñado de Fidel Castro, un enconado opositor al régimen castrista, exiliado cubano y padre de dos representantes estadounidenses -¿tendrá algo que ver con el conductor de noticias de Telemundo y NBC, José Díaz Balart- conducida por Hermógenes Pérez de Arce.
El día 22 de septiembre, desde los extremos Norte y Sur del país, se dio inicio a la llamada “Marcha de la Alegría”, que tendría su punto de confluencia el 1° de octubre en Panamericana Sur con Carlos Valdovinos, con un gran acto de cierre en el que estuvieron presentes Florcita Motuda e Inti Illimani, entre otros. En tanto el SI realizó su concentración de apoyo el día 2 de ese mes con una “Caravana de la victoria” en el centro de Santiago, la cual fue transmitida por TVN para todo el país.
En esos días también llegarían los observadores internacionales, encabezada por el ex Primer Ministro español Adolfo Suarez -el primero en tomar dicho cargo después de la caida del franquismo- y la modelo nicaragüense Bianca Jagger, ex pareja del lider de Rolling Stones Mick Jagger, y que era una reconocida activista por los Derechos Humanos. Entre esos observadores también estaba Joan Manuel Serrat, a quien ese año se le negó el acceso al país por segunda vez, al igual que en 1983. También estaban los ex presidentes colombianos Misael Pastrana y Belisario Betancur, además del excelente cantautor español Víctor Manuel y el actor francés Yves Montard.
La campaña culminó el 2 de octubre, y el balance lo ponía una nota del periodista José Comas en el diario español El País:
La campaña del sí no ha sabido ofrecer de forma atractiva los éxitos económicos conseguidos por la dictadura y se cerró a la defensiva, obsesionada en replicar a la propaganda del no y en desprestigiar a las personas que intervinieron en ella.
Los propagandistas del sí no ahorraron ni una sola vileza a la hora de desprestigiar, calumniar o manipular. Apareció en un anuncio del sí la viuda de un militar con su hija y habló del cuerpo destrozado de su marido. Todos los telespectadores pensaron, por el contexto de la película, que se trataba de la víctima de un atentado terrorista. En realidad, el militar murió en un accidente.
El argumento básico de la propaganda del sí fue evocar el peligro del terrorismo y la vuelta a los desastres de la Unidad Popular que, según sondeos serios, es el Gobierno peor valorado por la opinión pública chilena, incluso por debajo de la dictadura actual.
La propaganda del sí tuvo además el problema de no saber qué hacer con un candidato difícilmente vendible en televisión. Primero se escondió a Pinochet y al final apareció en exceso y con una presentación que rozaba el ridículo.
La propaganda del no mantuvo una línea coherente durante 27 días, centrada en el mensaje de la canción La alegría ya viene. El no ofreció una propaganda positiva, vacía de contenidos programáticos, pero con golpes de efecto. No polemizaron y se presentaron con una imagen amable y un aire juvenil.
La suerte estaba echada. El 5 de octubre Chile debía elegir entre solo dos opciones entre una persona en común.