La semana pasada vimos como la televisión chilena ingresó a un nuevo escalafón en cuanto a falta de probidad en contenidos: El uso de gente con problemas mentales serios como si fueran “animales de circo” para atraer la sintonía que en los últimos años les ha sido esquiva.
Vimos a Andrés Caniulef en “Mentiras verdaderas” (La Red) y a Pilar Cox en “Primer Plano” (Chilevisión), ambos fuera de sus cabales y todavía en estados mentales y emocionales complicados. Lo del comentarista de farándula es terrible porque se notó hiperventilado, hablando de corrido, sin la capacidad de hilar ideas y con la voz casi temblorosa; y en el caso de la ex animadora de “Lo mejor es conversar”, se aprovecharon de una riña que vivió en un hostal y la llevaron a conversar sobre el tema, aún cuando tiene una lamentable adicción al alcohol y las drogas.
La semana pasada vimos a una Nicole “Luli” Moreno fuera de sus cabales, hablando hasta de política en “No culpes a la noche” de TVN, y ya el año anterior había causado polémica una entrevista en “Bienvenidos” de Canal 13 ya que se notaban sus complicaciones mentales.
El tema acá es que el uso que se le da a gente con complicaciones serias para generar rating a toda costa es peligroso desde el punto de vista ético. ¿Y si se pone a hacer pucheros en vivo? ¿Y si llega al suicidio transmitido en televisión en vivo y en directo? ¿Y si se pone a golpear a todos, a gritar, a destrozar cámaras? ¿Es que nadie piensa en eso y no se toman las providencias necesarias?
¿Nadie piensa que, en el caso de Luli, su sobreexposición y su obsesión por ganar plata a través de la tele le hizo mal? ¿Nadie tampoco piensa que Caniulef y Cox están pasando por problemas serios? Lo mismo que me pasó con las entrevistas a Ignacio Lastra en “Vértigo” y el mismo “Primer Plano”, el uso de la tragedia personal como un espectáculo. En el caso del chico reality se le presentó incluso como heroe cuando casi pierde su vida manejando a exceso de velocidad y bajo la influencia del alcohol. De ser otra la historia, no la cuenta dos veces.
Hablemos en tonos mayores… ¿Qué pasaría si en la TV de Estados Unidos usaran la salud mental de Katy Perry o Demi Lovato, dos personas con trastornos serios a causa del aberrante trato que se les da en redes sociales, para burlarse de ambas y ningunearlas a través de la televisión? Se vería ética y moralmente feo, en todo sentido.
En fin, esto no solo lo hablo desde el punto de vista televisivo sino que porque yo también fui diagnosticado con un TEA y varios usuarios de redes sociales -sobre todo de cierto foro- y varios productores de radios online han usado las mismas para burlarse, para discriminarme, para pisotearme e incluso para ningunear mis capacidades. No se dan cuenta que están siendo tan miserables o faltos de ética como los productores que encontraron que era buenísima idea tener de invitados a gente que, en estos momentos, necesita apoyo y ayuda, y no que los usen como atracciones.