Pareciera que el leit motiv que rige a nuestra televisión desde 2001 más o menos es “todo vale para obtener audiencia”, y en los últimos años, ese lema de negocios del medio les ha jugado en contra. Pero peor es que insisten en ello, ahora sin éxito.
Y a propósito de las últimas apariciones de Luli, Andrés Caniulef y Pilar Cox en diferentes programas, vale la pena hacerse la pregunta: ¿Es válido usar la miseria humana para subir los índices?
A continuación, recordamos las veces en que nuestra pequeña pantalla usó diferentes casos de desgracias humanas para conseguir ese esquivo rating, muchas veces, privilegiando las ganancias comerciales por sobre las éticas y apartando a un lado el profesionalismo que el medio tanto necesita. Agradecemos a Roverg que en su columna de Fotech también expone este tema tan delicado.
La entrevista a Ignacio Lastra en “Vértigo”
Este año en el programa “Vértigo” de Canal 13 se exhibió una entrevista al ex chico reality de Mega, Ignacio Lastra. Las condiciones en las que estaba luego del accidente eran deplorables, con más de la mitad de su cuerpo quemado y con su rostro en parte desfigurado.
Recordemos que Lastra casi se mata manejando a exceso de velocidad y bajo los efectos del alcohol con su pareja, que también era chica reality. De inmediato los matinales ofrecieron una amplia cobertura a este hecho e incluso llamaron a colaborar con él en su recuperación, lo cual para muchos en su minuto fue tomada como una falta de respeto a gente que también necesita costear enfermedades y accidentes mucho más graves.
Marlén “sedada”
Luego de su separación con el polémico Roberto Dueñas, la prensa farandulera -como no podía ser de otra manera- llegó a buitrear sobre este hecho, llevando a Marlén a hablar en sus programas en un estado deplorable, evidentemente sedada luego del trauma de la ruptura.
Kenita Larraín “enyesada” en la TV pública chilena
El programa “Rojo VIP” ya había tenido signos de desgaste, por lo que recurrieron al farandulismo. La punta de lanza fueron las acusaciones de un prostíbulo administrado por Rodolfo Navech, pero la guinda de la torta fue la entrevista que Rafael Araneda le hizo a una Kenita Larrain enyesada hablando de su ruptura con Marcelo Rios.
Las críticas no se hicieron esperar en su minuto, las cuales se enfocaron en el tono “farandulero” que tomó el que iba a ser un programa buscatalentos que se enfocaría en las viejas glorias de la música en los 80s -aunque seamos honestos, solo eran los que transmitía la televisión chilena en dictadura- y en cómo TVN, entonces dirigido por Daniel Fernández Koprich, le daba cabida a estos temas.
La peor época de Paulina Nin
Hubo un tiempo en que la prensa farandulera se burló de Paulina Nin de Cardona luego de caer en desgracia tras su salida de la televisión en el año 2003. Se transformó en una opinóloga farandulera, incluso tuvo un intento de incursionar en política siendo candidata a alcaldesa de Pichilemu, sin mayor éxito. A todo esto, se le sumó la ruptura con Petaccia y la muerte de su perrito “Cosita”, lo cual la llevó a una mala salud mental que casi la lleva al suicidio.
Lamentablemente los farandulitos hicieron alarde a esta situación relacionándola con que “peinaba la muñeca”, lo que es una clara discriminación a la gente que sufre estos trances emocionales.
Luli evidentemente mal en “Bienvenidos”
La aparición de Nicole Moreno entrevistada por Tonka Tomicic en el matinal de Canal 13 dio mucho que hablar, ya que no estaba bien mentalmente. La guinda de la torta fue un comentario de Francisca Merino, quien ante un comentario de la blonda se puso a reir, lo que luego llevó a la farandulera a retirarse del escenario.
Estos episodios son los que hacen pensar si es válido que la desgracia humana de los famosos clase A o clase Z sirve como bulo para subir el rating de diversos programas. Claramente, hay momentos en que los filtros editoriales fallan y la falta de profesionalismo es notoria.
La pregunta que nos queda por hacer es: ¿Habrá algún asesor que diga que algunos contenidos no le hacen bien a la reputación de un canal de televisión? ¿Cuales son los códigos de diversos programas que tienen que usar las desgracias y las deficiencias mentales para burlarse de uno? ¿Es válido venderse de miserables para conseguir la simpatía y la audiencia de la gente?