En los años que llevamos de crisis y puntualmente en los años que la farándula llevó reinando en la televisión chilena, siempre hubo algo que me llamó poderosamente la atención, y es que durante el último tiempo se ha mostrado a mujeres solamente peleando a través de las cámaras.
En consecuencia, el viernes pasado en “Primer Plano” nuevamente los amantes del mal gusto se deleitaron con la presencia de Kenita Larraín en la cual insultó a otra farandulita como Daniella Campos. En la emisión, ella declaró: “Y no sé a qué se debe que una persona esté, no sé, quince años tirándole basura a otra… ¿envidia? ¿qué será? Es cierto que nosotras hicimos varios desfiles juntas, que estábamos en la misma universidad y todo eso, pero al decir eso, es como para insinuar que éramos algo más… a lo mejor tu teoría no es tan loquilla, a lo mejor si lleva quince años hablando de mí, a lo mejor, ¿no será que estará enamorada de mí? Y es que quince años, echándome barro, barro, barro… es como de despechada”.
Creo yo que en estos años donde el feminismo sigue ganando terreno deberíamos reparar en lo peligroso que resulta para los medios masivos el presentar a mujeres peleandose, insultándose, agraviándose y maltratándose verbalmente en pantalla. ¿No hay otra forma de mostrarlas? Pregunto yo, ¿Por qué los que ven televisión abierta tienen que ver solamente como dos personas -independiente si me caigan mal o no solo por el simple hecho de tener “valores” que no comparto- se echan barro tras las cámaras? Además, me hace ruido eso de que ella insinue que la otra “está enamorada de mi”. Claramente usando la lesbofobia.
Usted dirá “Nos guste o no hay gente que gusta de ver esas cosas y le dan rating”, entonces yo me paro y le digo que hay cosas que no tenemos por qué aguantar solo porque “nos guste o no la gente lo ve”. Yo soy fiel a “La Rueda de la Suerte” y a los viernes de eliminación de “Rojo” porque muestran a gente común, a personas como usted y como yo divirtiendose, cantando y bailando. Entre ellos mujeres, que es más edificante y mucho más humanamente decente que lo que se acostumbró a mostrar Carlos Valencia y sus compinches. Es más, conociéndolo se atreve incluso a juntarlas a pelear en pantalla, porque ya lo hizo una vez el año pasado y si vuelve a hacerla en este será un hito histórico de televisión penca.
La TV abierta ya no debe estar para ver personajes insultándose, ni en pos de la “entretención con orgullo y sin culpa”. ¿Quién aguanta un modelo asi? Cuando dos mujeres se insultan entre si, también lo insultan a usted y a su criterio formado.