El día viernes (23 de noviembre) se desarrollaron los Copihue de Oro 2018, y este año los discursos de victoria estuvieron marcados por los palos, las dedicatorias y los pedidos de sentidas disculpas.
Por ejemplo, Pancho Saavedra se llevó el premio a “Mejor Animador” y le dedicó el premio a la causa mapuche y pidió que se termine la salud pública miserable en Chile. Todos sabemos lo que pasa en la Araucanía y para las figuras públicas ya no conviene no tomar partido por una opción, sea a favor o en contra. Por lo general, los que están a favor de la causa de los Pueblos Originarios saben y conocen lo que han luchado por lo que les corresponde porque leen, conocen y se documentan.
Otro punto potente fue la pedida de disculpas de José Miguel Viñuela en “Mucho Gusto” por algunos errores cometidos este año… ¿Se referirá a cuando hicieron llorar a Karla Constant? ¿O cuando le prestaron ropa públicamente a Karol Lucero después de la polémica “arreglada de cables”?
Pero quien se llevó todos los aplausos fue Santiago Pavlovic en un apasionado discurso en el que habló de la mala situación de TVN “por culpa de directores y directorios”, mientras recibia el premio por Mejor Programa Periodístico a “Informe Especial”. “Sabemos que es importante la entretención pero también la información y la reflexión, porque cuando hay que hacer denuncias respecto a los militares estamos nosotros, cuando hay que hacer denuncias a Carabineros estamos nosotros, porque cuando hay que hablar acerca de la salud en Chile estamos nosotros” dijo el emblemático periodista del canal público.
Otro punto importante: José Luis Reppening dedicándole el premio de Mejor Noticiero por “Ahora Noticias” a los trabajadores de prensa que recientemente fueron despedidos de Mega en un plan de ajuste de cara a la nueva etapa del canal de Bethia en cuanto a noticieros.
Y para cerrar, cuando Claudio Palma recibió su premio a “Mejor Rostro Deportivo”, le tiró palos a la TV abierta chilena por la notoria ausencia de programas deportivos. Habló de que debería destinarse por lo menos una hora de la programación a este tipo de espacios.
Con el estado del país y de nuestra televisión es imposible quedarse callados o tener un “silencio cómplice” de las falencias de nuestra pequeña pantalla y asi ha quedado demostrado en una nueva velada del Copihue de Oro en el Gran Arena Monticello.