De todos los colores, ideologías y sabores. Asi fue “Dictadores”, el ciclo documental de NatGeo que se exhibe los lunes. En tiempos donde el llamado “neofascismo” está ganando terreno, este programa resulta ser una enriquecedora lección de historia contemporánea.
En “Dictadores” se describió desde los mandatarios de la URSS y Fidel Castro hasta la presencia de Augusto Pinochet en nuestro país, asi como también del mortal “Proceso de Reorganización Nacional” de Jorge Rafael Videla en Argentina. En todos estos casos hay un factor común: Un supuesto bienestar económico y miles de batallas a cambio de muertes, torturas y uso del terror y la violencia para reprimir a la oposición, además de la intervención de Estados Unidos en el alzamiento de algunos de estos de estos usurpadores del poder en Latinoamérica entre fines de los 60s y mediados de los 70s, años donde la situación estaba muy polarizada.
“Dictadores” nos enseña que no hay contexto alguno que justifique el terrorismo de estado. Ni la peor hambruna ni los miles de problemas de un país pueden ser pretexto para asesinar, torturar y desaparecer a miles de personas por pensar diferente. Sea cual sea el color político de uno, siempre hay que tener sentido de estado y de democracia. Si ante las críticas ante un presidente de facto lo primero que se dice es “facho” o “comunista” es que se carece de sentido común.
En “Dictadores” además se usan poderosas imágenes de archivo tanto de cine como de registros fílmicos acerca de diversos episodios de la historia, y en el caso de Pinochet, el uso de imagenes de los 70s a color le da un peso más tenebroso a su gestión y a los malos momentos que se tienen acerca de ella. Lo mismo para Castro e incluso en el caso de los gobiernos soviéticos.
Si “Dictadores” aún no está disponible en la aplicación de FOX Play, debería estarlo a la brevedad. Incluso yo voto para que se transmita este documental en todas las escuelas de enseñanza pública y media tanto en Chile como en el resto de Latinoamérica. Citando a esas viejas propagandas de colecciones y enciclopedias de revistas, esta es una obra que debe estar presente en todo hogar chileno, con la calidad y jerarquía que ofrece National Geographic.