En esta versión número 50 del Festival del Huaso de Olmué ganamos todos.
Ganó TVN, que con una sintonía (me atrevería a decir) inédita desde el tiempo que lleva de crisis, lideró las cuatro noches del evento del interior de la Región de Valparaíso.
Ganó el equipo detrás del festival liderado por José Antonio Edwards Marín quien con un grupo de hombres y mujeres profesionales levantaron el nivel de nuestra pequeña pantalla en verano.
Ganaron Karen Doggenweiler y Cristian Sanchez. Sobre todo la “primera dama de TVN” quien, para muchos, debió ser ella quien debió conducir la futura edición del Festival de Viña.
Ganó la música en vivo, esa que siempre estuvo postergada e incluso ninguneada en esta década, y que reunió a varias generaciones en torno a la pachanga y a los recuerdos que nunca pasan de moda. Acá uno apenas llegó a la pega se puso a escuchar “La Familia” de Pimpinela.
Ganó Chantal Gayoso, la encantadora bailarina de “Rojo” que sin tongos, sin polémicas, sin packs sexuales, sin escándalos amorosos y sin peleas en la tele, con votación popular en el sitio de La Cuarta y por los asistentes al Patagual, y sobre todo con talento y humildad, logró coronarse como reina de este certámen.
Ganaron las comediantes mujeres. Mientras Altoyoyo y Juan Pablo Lopez estuvieron al debe, “Belenaza” y “Chiqui” Aguayo elevaron la vara en cuanto al humor.
Y por sobre todo ganó la gente. Ganó usted, que gracias a nuestra televisión pública, pudo disfrutar durante cuatro noches de un espectáculo del más alto nivel artístico y televisivo, con un excelente equipo humano y elementos y artistas de la más alta calidad.
El balance es positivo, porque Olmué reune a la familia no solo frente a la tele, sino que en torno a la música en vivo. Si sé que esa frase de “el talento siempre vence” es un cliché mio, pero termina siendo un buen recordatorio de que, por mucho que los plásticos en algunas ocasiones se salgan con la suya, los buenos, los talentosos y los esforzados siempre terminan triunfando.