De verdad todavía me generan anticuerpos las excusas de José Manuel Larraín Melo, director ejecutivo de La Red, ante la formulación de cargos por parte del CNTV a raiz de la nota del programa “Intrusos” donde le dijeron en cámara a Gloria Simonetti que su marido era infiel.
Que “ella es un personaje público y como tal su vida genera interés”, “ella se prestó para esto”, “ella hace pública su vida privada”. Siempre la culpa es de ella, lo que además denota un tufillo a micromachismo que es tan típico del farandulismo al que la TV chilena nos tuvo malacostumbrados. ¿Eso justifica que la hayan humillado de esa forma en cámara? ¿Esa en verdad es la lógica a seguir, no solo del programa de Rodrigo Leon Bravo, sino que del canal en si?
Bueno, no esperemos mucho de una televisora que sigue lucrando con el vaticinio de sismos, terremotos, charlatanes que se las dan de CSI y que en semana santa y navidad dan una programación llena de cristiandad. Los mismos que cerraron prensa en 2015 y tuvieron la canallada de dejar todo ese piso vacío en Avenida Quilín 3750.
¿Esto es lo que los ejecutivos dicen con orgullo y soltura de cuerpo? ¿Que ellas buscan ser humilladas por la farándula? ¿Esto es lo que defienden públicamente en la prensa? Me recuerda a mucho lo que dijo Patricio Hernández en 2017 a raíz de las críticas hacia el reality “Doble tentación” y su contenido violento, de que todo era una malformación de la prensa y que era una vil y malvada conjura contra la televisora de Bethia.
Definitivamente estamos lejos de tener los ejecutivos que se preocupaban hasta del más mínimo detalle de la programación y los contenidos de la televisión: Alfredo Abbá, Juan Agustin Vargas, Eleodoro Rodríguez Matte, Jorge Navarrete Martinez, Ruby Anne Gumpertz, Hugo DiGuglielmo, Goar Mestre, José Bonifacio de Oliveira Sobrinho y tantos otros, que sabían que la audiencia y los contenidos también pueden ser un complemento. Me queda claro que para los actuales gerencistas no hay un compromiso por mejorar la calidad programática, no hay preocupación seria, no hay un interés por reformular lo que se transmite actualmente. Bueno, sigan asi y el cable y los streamings seguirán dandoles una paliza. A estas alturas una paliza merecida.