Antes de empezar esta crítica vamos a hacer un paralelo: Entre 1994 y 1995 hubo un programa de televisión sobre educación sexual en Chilevisión titulado “Hablemos de Sexo” en el que se atrevieron, entre otras cosas, a hablar de sexo oral en televisión abierta en horario estelar. A la agrupación moralista ultraconservadora “El Porvenir de Chile” no le agradó y presionaron a los avisadores para quitar sus comerciales de ese programa, lo que finalmente consiguieron. Luego surgió otro intento en los dosmiles llamado “Bendito Placer” en el mismo canal 11.
Ahora, ¿Por qué este paralelo? Porque la falta de educación sexual en las escuelas de Chile -para qué vamos a mencionar las JOCAS, otra iniciativa frenada por el conservadurismo- ha causado índices alarmantes ya sea de embarazo adolescente así como también de contagiados por ETS como el SIDA -aquí también tienen responsabilidad Mega, Canal 13 y UCV por censurar los spots gubernamentales y hacer los propios sin mencionar el preservativo y con harto aroma a “Tea Party”-. Y en esto llega “Sex Education”, otra serie juvenil que llegó durante comienzos de este año a Netflix.
La historia habla de un alumno de secundaria, hijo de una sexóloga que desde el primer minuto presenta problemas afectivos así como también recibe el bullying de casi todo su curso como cuando sin querer mostraron en una clase a la mamá del tipo enseñando a masturbarse. Lo que también habla de que esta producción no solo toca tópicos relacionados con el sexo entre los adolescentes sino que también la convivencia entre alumnos y la vida desenfrenada de muchos adolescentes con sus consecuencias incluidas.
También suceden situaciones divertidas como cuando al matón de la clase se le pasa la mano con el Viagra y le sucede una eyaculación que sencillamente sale de control. En esta serie puntualmente puedes pasar de la risa al drama en un par de segundos, porque en el mismo capítulo sucede la escena del término de una relación porque sencillamente no había chispa.
Ver “Sex Education” y sus vaivenes me recuerda mucho a los intentos de hacer ficción juvenil de una manera honesta, como lo fueron “Más que amigos” de Canal 13 (otra serie que debería emitir RecTV) y “Bienvenida realidad” y “Bichos raros” de TVN, producciones que retrataban la juventud con sus problemas, aciertos y errores tan típicos de una edad tan difícil como la adolescencia.
En definitiva, “Sex Education” es una serie que deberían ver todos los adolescentes en compañia de sus padres, podría hacer que muchos temas “tabú” dejen de serlo y podría generar grandes conversaciones, no solo en Chile sino que en el mundo entero. Ahora, que venga Netflix a brindar la educación sexual que nuestro mismo país -y sus medios- no se atrevieron a dar…