Una sincera e interesante entrevista fue la que ofreció Javier Urrutia Urzúa, director ejecutivo de Canal 13, a LT Pulso. En él hizo un balance del primer año con números azules en mucho tiempo para la señal de Inés Matte Urrejola y además hace cuestionamientos serios a la forma en que se mide la audiencia actualmente.
Urrutia parte definiendo el 2018 como “un año para replantearnos el negocio”, y contrastando las pérdidas de $26.470 millones de pesos de 2017, el año pasado remontaron y tuvieron utilidades por $1.100 millones. “No es que redujimos las pérdidas, es que logramos sacar la cabeza del agua”, explica al comenzar.
“El canal está sano en términos operacionales. Hay un montón de cosas que arrastramos desde hace años y mientras las sigamos arrastrando van a seguir teniendo impacto en los estados financieros. No sé si en 2019 vamos a lograr utilidades o pérdidas, pero como sea, el monto es manejable. No vamos a volver a pérdidas de $20 mil millones o $10 mil millones. En términos operacionales, si yo miro lo que el canal nos cuesta hoy en términos de la gente que trabaja, los servicios que tenemos versus lo que vendemos, es un canal que está sano”, declara al respecto.
Sobre el rating, que sigue siendo esquivo en hogares pero que pese a todo logran conseguir buenos índices en el comercial -que es el que le interesa a los avisadores-, Urrutia tiene su diagnóstico: “Siempre es un objetivo, pero el rating hogares del que suele hablarse que no significa nada, no es la unidad que se comercializa en nuestra industria, que es el rating comercial. Y cuando vas al rating comercial Canal 13 es muy sano. Como industria la televisión, no solo en Chile sino que en todas partes, tiene un problema de herramienta de medición que no da cuenta de nuestra realidad, y nosotros estamos en conversaciones con las medidoras de audiencia en el mundo para ser capaces de recoger esas audiencias que sí consumen nuestro contenido, pero que hoy no se están midiendo y no podemos venderla. Queremos tener más rating, sí, pero tampoco a cualquier costo, ya sea financiero o editorial”.
Acerca de sus preocupaciones a nivel de industria, Urrutia apunta principalmente a Turner Chile: “A veces, la introducción en un mercado tan ajustado como el de la televisión local de dineros que vienen de otros mercados, que son infinitamente más grandes, distorsionan las reglas del juego, porque se producen subsidios cruzados, situaciones que localmente hubiesen sido imposible que se produjeran, pero como detrás hay una tremenda corporación. Quizás Turner está peleando con Fox los derechos internacionales de deportes, pero ¿cómo se manifiesta eso? En que Chilevisión se queda con las eliminatorias en Chile ofreciendo un montón de dinero. Lo que quiero decir, es que si está bien o está mal, no me corresponde opinar, pero no mirar esto con una profundidad y con un periscopio más largo es un error”.
Sobre la propuesta de cobrar impuestos a Netflix, Urrutia también tiene su visión: “Que nuestra industria está llena de incongruencias, sí, porque nosotros competimos con un montón de gente en disparidad de condiciones. Pero no pretendo decir que los problemas de financiamiento de la televisión tienen que ver con estas cosas. El problema de financiamiento de la televisión tiene que ver con que los ejecutivos históricamente hemos tomado malas decisiones, y el momento en que los ejecutivos asumamos la responsabilidad y empecemos a tomar decisiones que ponen el negocio por delante, la industria va a salir para adelante, porque la televisión ni va a desaparecer ni está desapareciendo en ninguna parte. Nosotros tenemos que aprender a hacer televisión de manera racional”.