Ayer en mi revisada de Instagram me encontré con un grupo de amigos que estaba frente al televisor con unos snacks y vestidos casi de etiqueta para un magno acontecimiento que iba a tener lugar en la televisión por cable. No, no se trataba de un partido de fútbol ni de un recital, sino que del estreno en HBO del primer capítulo de la última temporada de “Game of Thrones”.
Y es que dos años tuvieron que pasar para que los fanáticos de la galardonada serie vieran su mayor leit motiv para ver televisión. Y ese poder de convocatoria yo solo lo había visto en las novelas de Vicente Sabatini y Óscar Rodríguez, y hasta con “Protagonistas de la fama”. ¿Cómo no comprenderlos? Como, sin ser parte del fandom, no empatizar con ellos en lo más absoluto. Incluso los que nunca en su vida habían visto la serie se sumaron a este magno evento.
HBO hace series de primer nivel, desde siempre. “Game of Thrones” es un realce más a la firma norteamericana junto con “The Newsroom”, “True Blood” y la latinoamericana “Narcos”.
Ese poder de convocatoria es lo que logra un programa del más alto nivel de calidad técnica y de contenido. Y es que la ya mencionada Home Box Office es muy cuidadosa y se esmera hasta en el más mínimo detalle para lograr que la gente vea y hable de sus productos, misma metodología de sus amigos y rivales de Netflix. ¿Por qué creen que se habla más de “Game of Thrones”, “La casa de Papel” y Marie Kondo que de cualquier otra cosa?
Y es que… ¿De eso no se trata la televisión aquí y en la quebrá del Ají? Que los tiempos hayan cambiado y las maneras de verla sean otras es canción de otro género, sin embargo, cuando una serie de nicho se transforma en un fenómeno de masas capaz de reunir a la familia y a los amigos, no queda otra que -aún sin ser un ferreo televidente de GoT- inflarse el pecho y aplaudir. Porque solo la televisión de calidad puede generar grandes resultados y es capaz de definir el futuro de una industria. Solo elevando el nivel se conseguirá el realce y la jerarquía que la tele necesita. Solo haciendo productos de buena factura y entendiendo que los tiempos cambiaron y todo es digital se va a conseguir tener el mejor resultado tanto en los balances de audiencia como financieros, que al final eso es lo último que cuenta, y contará más si se sigue el ejemplo que HBO da.