El día 14 de mayo de 2018 no fue un lunes cualquiera en las pantallas del 7.1: Luego de años dormidos, de estrenos que eran sacados del aire al corto tiempo y en medio de una seria crisis financiera, de audiencia y de contenidos, se estrenaron a partir de ese día un batallón de programas en TVN, encabezados por “Rojo” que volvía al aire luego de diez años de ausencia.
Ese día se programó un programa “previo” con el proceso de casting del espacio, luego a las 19:00 al son de “Can’t Stop the Feeling” de Justin Timberlake aparecieron los nuevos talentos y la conducción de Álvaro Escobar. El rating les fue favorable y no solo revivieron una franja horaria muerta desde el abrupto fin de “Noticreo”, sino que también volvieron a reunir a la familia en torno a la tele, y en especial a los jovenes que son los más asiduos televidentes del talent show hasta el día de hoy.
El éxito de “Rojo” y su revival fue tan gigante que devolvieron a su lugar merecido la música en vivo en la TV abierta, y es que grandes y talentosos artistas han aparecido en la cadena rojita y siguen apareciendo -por mi parte nunca pensé ver a Ruben Blades en la TV abierta, lo mismo con la mexicana Paty Cantú-, asi como se han creado ídolos juveniles que podrán caer bien o mal, pero a diferencia de los que aparecen en otros lados, no han hecho tonterías para tener prensa y cuentan con las manos limpias. Cosas buenas que cuentan, pero también hubo muchos intentos fallidos.
Y es que durante este periplo hubo programas que funcionaron y otros que no, y el mayor ejemplo es “Familias en Jaque” cuyas dramatizaciones muchas de ellas sobreactuadas no convencieron a la teleaudiencia y la condenaron. Quienes no pasaron a “la posada del fracaso” fueron los espacios “Informe Especial” -que durante su temporada del año pasado pegaron tantos golpes periodísticos que se llevaron el Copihue de Oro al Mejor Programa de Reportajes- y “Llegó tu hora”, que tuvo un sinfin de invitados y que además catapultó a Gonzalo Ramirez como un todoterreno que debe ser más aprovechado en la red estatal.
Un mes después, en junio, irrumpió “Carmen Gloria a tu servicio” con la jueza Arroyo y casos reales de gente como usted y como yo.
En un año ha pasado mucha agua bajo el puente y este plan de revivir al canal estatal es a largo plazo en una etapa donde reina la inmediatez, y los resultados ya están a la vista: “Carmen Gloria” y “Rojo” han marcado peaks de dos dígitos -algo que no se veia en los cinco años que TVN estaba en el fango-, mientras que “Informe Especial” marcó una buenísima sintonía con el reportaje acerca de los negocios del Obispo Durán.
Todavía hay áreas donde entrar a picar: Lamentablemente “Amar a morir” no prendió y el fin de semana sigue siendo un enigma que el actual programador, Jaime Boetsch, está dispuesto a zanjar. No obstante, el rating de abril dejó al canal público en tercer lugar ganándole por una décima a Canal 13.
¿Cómo hacer para que vuelvan las utilidades después de un buen lustro al canal 7? La respuesta está solo en las cabezas de Boetsch, Francisco Guijón y Bruno Baranda, que no cabe duda que están empezando a cranear ideas y a forjar nuevos objetivos: Se viene un nuevo talent show con la anuencia de Humberto Gatica, con el “pero” de que también está involucrado Alex Hernández al que un sindicato ya denunció sus malos tratos durante el pasado Festival de Viña. El directorio por su parte debe seguir poniéndole la ceja al “Muy buenos días” cuyos contenidos siguen desencajando a los twitteros.
Del éxito del proceso de Guijón depende que TVN recupere su sitial y su buena valoración, que tienen en prensa pero no asi todavía en parte de sus programas franjeados; que haya algo que produzca el milagro que evite el cierre de la valiosa Área Dramática y que se eleve aún más la vara de los artistas que aparecen semana a semana en “Rojo”. Esa es la idea, más que intentar ser el Mega Killer, se debe mejorar el nivel y pensar en grande, para que asi tengamos la televisión chilena que todos queremos.