A Nuestro gusto, la mejor teleserie cómica/científica de la televisión, emitido por CBS, tuvo su Punto Final. Doce temporadas marcaron a fuego, el espíritu cómico y científico que todos tenemos. Lo que comenzó con un big bang, terminó también con un big bang.
Como canta Bahiano (Fernando Javier Luis Hortal, BA, 1964), en su tema Óyelo, “Todo Comienzo tiene un Final”. Así fue el caso de la mítica teleserie, La teoría del Big Bang, que terminó anoche en la TV norteamericana CBS, bajo la dirección del creador de Dos Hombres y Medio, serie bastante exitosa, incluso tras el alcoholismo de Carlos Estévez (Charlie Sheen, NY, 1965), estamos hablando de su mente maestra: Chuck Lorre (Charles Michael Levine, Betpage, NY – 1952).
TBBT, por sus siglas en inglés, es conocida por su capacidad de relacionar teorías científicas poco conocidas con una ocurrencia común del día a día, mientras que al mismo tiempo ilustra las grandes diferencias entre los jóvenes y la chica.
La última charla, tras el Nóbel de Física y un mensaje de apoyo a las mujeres y niñas que quieren ser científicas, fueron las partes, que a nuestro criterio, marcaron el epílogo de la serie.
Desde La hipótesis del Gran Cereal, que comenzó a reunir con creces a hombres y mujeres que quieren ser científicos en medio de un mundo geek frente al televisor, hasta el episodio final, que fue por partida doble, El Cambio Constante y el tan comentado Síndrome de Estocolmo, lo han llevado a tener el título de Serie Más Larga, por detrás de Amigos, que sólo tuvo casi una década al aire, cuando hablamos de series de dos generaciones distintas.