El domingo pasado fuimos, directa o indirectamente, testigos de la final del gran fenómeno televisivo de esta década: Game of Thrones. tal vez ninguna producción haya tenido tanta repercusión mediática como la serial de HBO, esto ha sido posible en gran parte por crear una gran fidelidad entre los televidentes, lo que generaba el efecto de que era aun más masivo de lo que fue. El exito de Game of Thrones, como la proliferación de un alto número de producciones en servicios de streaming han llevado tanto que la experiencia de ver series alcance niveles similares a los de sintonizar partidos de futbol y ademas un apreciable aumento en la calidad de estas producciones lo que ha llevado a que los grandes directores de cine, liderados por Martin Scorsese estrenase su próxima película por Netflix.
Vivimos la era dorada de la televisión.
Pero por que hablamos en este blog constantemente de la crisis de la televisión?
Porque la televisión a través de su formato tradicional-la televisión abierta- en todo el mundo está experimentando una gran crisis, producto de la aparición de esta nueva modalidad de ver televisión, vía streaming, que no solo abarca las plataformas de pago, sino sumemos a YouTube y los streamers . Esto provoca sin dudas un gran desafío para la televisión tradicional, ya que hay nuevos factores que lo hacen disminuir sus ventajas comparativas: desde la disponibilidad de ver un programa en cualquier momento, sin necesidad de sintonizar el programa a una hora determinada, la facilidad de ver estos a través de múltiples dispositivos, la ausencia de interrupciones publicitarias o la aparición de nuevos contenidos con temporalidad menor que la TV tradicional (contenido nuevo cada mes, incluso cada semana) y en términos macro, la disponibilidad de hacer televisión con mucho menor presupuesto que los grandes canales de televisión, eso se ve a través de los streamers y youtubers.
Para que la televisión tradicional pueda competir de par en par a las nuevas plataformas, debe entrar a competir bajo los términos fijados por esta última, tratando de que estas se conviertan más que en canales de televisión en verdaderos hubs de producción de material de alto contenido, enfocarse en un nivel de internacionalidad que por lo menos la televisión chilena no ha experimentado lo suficiente y establecer lazos de coproducción con las aplicaciones que proporcionan tal contenido, esto es necesario y urgente, a sabiendas que Chile es un mercado pequeño y que debe estar orientado a buscar rumbos nuevos para resurgir.
Hace 30 años le preguntaron a Mario Kreutzberger de cual sería el futuro de la televisión, y el lo veía a través de la computación,a la luz de los hechos sin dudas que Don Francisco acertó en su respuesta. Ahora es tiempo de que la televisión encarnizada en Kreutzberger entre de lleno a las nuevas plataformas, las mismas que el popular animador había prevenido hace ya tres décadas.
Previous ArticleChilevisión transmitirá final del ATP de Ginebra con Nicolas Jarry disputando un nuevo título
Next Article EL SHOW DE LAS ESTRELLAS: Medio Siglo de Entusiasmo
Hugo Cares
La televisión me gusta por rebote, me interesa conectar la importancia de la televisión como un medio masivo y sus nexos al poder.