Nuevamente la “entretención con orgullo y sin culpa” deja graves secuelas en la industria televisiva. En unas semanas terribles, el mal manejo de los temas relacionados a los femicidios en nuestro país sumado a intimidaciones y bullying contra las mujeres en el reality de Mega marcaron a fuego el quehacer televisivo.
La violencia hacia la mujer de por si es un tema muy sensible que nuestra pequeña pantalla no lo ha abordado como debería. Es más, vemos con tristeza que el canal moradito use estas agresiones físicas y psicológicas como una forma de ganar sintonía. Y es que perfectamente Ignacia Michelson pudo haber sido una víctima de la amenaza con un hacha por parte de su pareja Sargento Rap, al igual como en 2017 lo fue la actriz y modelo Dominique Lattimore en “Doble Tentación”, cuya experiencia quedó tan marcada que terminó demandando a la estación de Bethia durante la semana pasada.
Lo peor es que el episodio bulladísimo de la nota de “24 Horas Central” acerca del informe psicológico de Fernanda Maciel no hizo más que demostrar que no se ha aprendido nada del “nabilazo” de “Bienvenidos”, tanto que al mandamás de ese matinal hoy está contratado en el “Muy buenos días” donde ha buitreado como condenado con ese caso y el de Nibaldo Villegas.
Los defensores de la telebasura dicen que “si no fuera por este caso jamás se habría encontrado a Fernanda” sin embargo los canales de televisión perfectamente pudieron haber dilatado aún más el caso por rating. Los ejecutivos no vieron venir que un vidente no iba a ser un aporte concreto al desarrollo y resolución de este caso, bueno, tampoco vieron venir la crisis que hoy padecen a causa del “progreso antinatural”.
Volviendo al reality, es increíble que en la dirección ejecutiva, tanto a nivel canal como mediante el Área de Entretención literalmente se laven las manos ante tamaños episodios de bullying femenino. Es más, nos enteramos que el padre Ignacio Corvalán está ya planificando un nuevo teleencierro, que tanto él como Patricio Hernández han defendido cada vez que pueden en los medios cada vez que toca dar entrevistas acerca de sus producciones. Y cada vez que les preguntan acerca de estos casos de violencia actúan cual Poncio Pilatos.
Ante un escenario de falta de protección, que de por sí ya es complicado, el CNTV debería ya actuar para ponerle un freno contundente a estos lamentables episodios de misoginia en televisión. El organismo debería proteger la dignidad de las personas, y en ese sentido lamento que la gestión de Oscar Reyes no haya salvaguardado debidamente a Lattimore cuando le hicieron lo que le hicieron sin tampoco resguardo alguno por parte de Mega. En Francia hay una legislación vigente que dicta una pauta acerca de los reality shows, y esto a partir de que un participante lamentablemente murió por las condiciones infrahumanas en las que se enfrentó, las cuales eran similares a las que hoy viven los participantes de “Resistiré”. ¿Es que acá acaso solo tiene que quedar la crema a niveles mayúsculos para que nuestros ejecutivos y el Consejo tengan que actuar contundentemente? Evitemos cualquier tragedia, salvemos vidas y actuemos ya, o si no lo lamentaremos.