Julio va a pasar volando y nuestros ubicados aparecieron como los memes hacia el exhabrupto del subsecretario que dijo que al Cesfam se acudía a hacer vida social. Lo que si les tenemos que decir es que esta semana la TV chilena al parecer se portó mal puesto que no encontramos un ubicado.
El desubicado: Roberto Van Cauwelaert, y junto a él, los rellenos del “Gran Rojo”

En las últimas semanas muchas críticas se han vertido contra este notero que en el “Gran Rojo” hace funciones que más se asemejan a los matinales que a los programas de talentos propiamente tales. Él está a cargo del backstage pero en vez de dar a conocer lo que pasa en los bastidores del franjeado se dedica a buscar amores y enemistades como si esto fuese el reality del Mega. Bueno, viene de “Intrusos” y “Más que 2” y como sabrá, son sendos exitazos (?).
Y otra sección sumamente criticada por ser considerada como relleno es otra donde es parte como lo es la “Entrevista al Rojo”: Por último si este segmento fuese dedicado a entrevistar cantantes y bailarines, sobre todo a aquellos que TVN por presupuesto y situación actual no tiene los recursos para llevarlos al estudio del programa (o sea, la típica entrevista desde el hotel durante las promociones y tal), se justificaría su presencia. El gran problema es que sus invitados hasta ahora han sido personas que poco y nada tienen que ver con música como Carola de Moras y los actores de “Los Venegas”.
Además, hay periodistas mucho más capacitados que pueden hacer esa función de entrevistar a connotados artistas e incluso, en plan “si la montaña no viene a Mahoma” de viajar hasta USA, Europa o cualquier rincón de América Latina para conocer más sobre sus carreras y sus personalidades, y de inmediato apunto a Carola Carcamo que en papeles y en trayectoria tiene más expertise que el tocayo de quién les escribe.
Las carepalo: Catalina Pulido y Alejandra Valle

Esta semana ha sido durísima para “Intrusos” ya que el solitario programa de La Red, ese que siempre pontificaba en cada escándalo durante el climax farandulito de inicios de década, vivió en carne propia lo que Lali Espósito describía cuando cantaba “Todo vuelve como un Boomerang”. Y es que la ex actriz y ahora devenida en opinóloga tuvo un encontronazo de aquellos con Carabineros por desobedecer una ley que hablaba de la obligatoriedad de usar el Cinturón de Seguridad.
Durante la entrevista del lunes pasado se vio a ella exagerando la situación diciendo que se sentía como Pablo Escobar por la redada de los amigos en su camino. Y aquí no se termina la historia porque Ale Valle comparó este caso con el de Camilo Catrillanca. Luego la misma en las promocionales dice que “los temas sociales también nos importan” pero no se las toman en serio y las usan para hacer defensa personal y ética.
Obviamente La Red no se la comió y optó por despedir a la “catrala” por no cumplir con los estándares éticos del canal. O sea, hablamos del mismo canal que tiene a Salfate recetando homeopatía y al Dr. File hablando de lo que no sabe acerca de los astros y las estrellas. Quién entiende a la televisora de Quilín, que la misma semana en los Premios Pulsar se atrevió a poner en primera fila a Kenita Larraín que de música sabe lo que yo se de saltos ornamentales: La nada misma.
A la vela: Jaime de Aguirre

Hay individuos que no superan que su modelo televisivo “ideal” se desgastó a tal punto que provocó la hecatombe que conocemos hoy en la industria, pero no solo reafirman su posición sino que además reman hacia donde no deberían. Es el caso de Jaime de Aguirre Hoffa, promotor de la farándula chilena y defensor de ella hasta el último de sus días, como si fuese el género con el que el negocio tevito se sostuvo muy exitosamente (sus resultados están a la vista).
¿Y por qué lo incluimos como “velado” en este recuento semanal? Porque en una entrevista declaró que “TVN debería ser privatizado aprovechando que todavía vale”. Hemos dicho en todos los tonos que una eventual privatización del 7.1 solo hará triunfar a una televisión privada que conoce más de “progreso antinatural” que de nuevas tecnologías o de tendencias actuales, y solo empeoraría aun más la industria actual. ¿Es que quién tendría suficiente estómago para ver toda la televisión chilena privada? ¿Alguna industria prosperó sin uno o más canales públicos existentes?
Aunque no le guste al señor De Aguirre (y a los megalovers-farandulovers), un canal público o mejor dicho unos medios públicos son importantísimos para garantizar la pluralidad de voces y de contenido. Va contra los dogmas de la democracia incluso que haya una industria 100% privada, más aún cuando el único canal privado en Chile que vale la pena actualmente es CHV porque el resto ni hablar: Cual de todos más malo. Es más, todavía veo con extrañeza que se haya levantado la voz cuando sucedió lo del informe psicológico de Fernanda Maciel en “24 Horas Central” pero nada se dijo respecto a los casos de bullying hacia la mujer en “Resistiré”, cuyas denuncias de sus contenidos las hemos hecho solamente nosotros y medios comprometidos como El Desconcierto y El Dinamo.
Usted se tiene que arrepentir de lo que dijo, De Aguirre, porque una TV privada al cien por cien solo será más problemas que soluciones, y más aún cuando los canales privados todavía se tardan en darle una vuelta a la industria.