Un contacto de redes sociales me reporta que tiene una hermana que sabe todo acerca de los últimos escándalos de sus chicos reality favoritos, no para de hablar de ellos. Tal es su fanatismo que el día en que encontraron al “Cangri” muerto en medio del desierto se puso a llorar de la pena. No se perdía un solo capítulo de “Resistiré”, bueno, era de la inmensa minoría que no podía dormir de solo ver el polémico teleencierro del canal moradito.
Lo preocupante acá es que esa persona apenas tiene diez años. Solo diez años. Y ya está expuesta a contenidos que le pueden hacer muy mal en el futuro.
Hace varios meses publicamos en este mismo sitio la preocupación que existía en el CNTV actual acerca de los contenidos que ven los más pequeños del hogar a través de la TV abierta, de que lo que más sintonizaban era “Morandé con Compañía” y “Perdona Nuestros Pecados”. Y semanas atrás informábamos con bastante preocupación acerca del estudio que decía que los niños italianos que crecieron viendo Mediaset terminaban votando a movimientos políticos populistas como Berlusconi o actualmente a Matteo Salvini. ¿Cuánto influirá la programación de Mega en el 2021?
No niego que estoy preocupado por lo que ven los niños de Chile y sobre todo de los ídolos que están teniendo: En el mismo medio donde Christiane Endler aparecía sonriente en “Pasapalabra” y en el que el “Clan Rojo” sigue encantando con su talento innegable, en el mismo ambiente en que Denise Rosenthal dejó de lado las canciones “superficiales” para ser una artista de clase mundial, en el que Paloma Mami sigue dandole buenas noticias al ambiente urbano chileno, en el que Cami sigue haciendo noticia por su trabajo por mucho que sus ruidosos detractores no tengan palos pa’l puente, ellos prefieren adorar a Manelyk Gonzalez, a Aida Nizar, al golpeador de mujeres Sargento Rap y a tantos otros falsos ídolos creados por la televisora de Bethia.
¿En serio? ¿Ellos son los referentes de toda una juventud? ¿Gente que ni siquiera da el ancho como personas y que los hemos visto de escándalo en escándalo, dentro y fuera de la pantalla? ¿Ve a qué me refiero cuando nuestra niñez no tiene buenos ídolos?
Está bien, usted va a decir que no es culpa de la tele sino que de los padres. En realidad la culpa es compartida: De Mega por ofrecer a personajes alejados de un canon decente de personas públicas, y de los mismos “papaces” y “mamaces” (como diría Don Ramón) por no decir nunca a sus retoños que un reality es un programa poco apropiado para ellos, y que esos contenidos no forman como si lo hacen “Rojo”, “Yo soy” y hasta la Peppa Pig en el Discovery Kids.
Ahora… ¿Quién asumirá las consecuencias de lo mal que van a crecer los niños de nuestro país? Bien dijo Patricio Bañados de que “si pones un programa vulgar le estás enseñando a la gente a ser vulgar” y los que deberían ser el futuro de Chile lamentablemente crecen con programas violentos, agresivos, vulgares y que promueven la picantería a doscientos pesos el kilo. Y pensar que por la misma plata de Manelyk pudieron haber traido a alguien del momento, pero ni eso. No se pero yo me asusté, ¿y usted? Es que con el pobre nivel de nuestro espectáculo comparado con lo que ocurre en Hollywood, donde los grandes artistas se suman a importantes causas sociales y donan dinero a obras de caridad e incluso financian la carrera de nóbeles cantantes, uno ya tiene crédito para temer lo peor.