Hace unos minutos el Sindicato de Trabajadores de Radio Bio-Bio dio por terminada la primera huelga legal en la historia de la emisora nacional de origen penquista, y lamentablemente lo hizo sin acuerdo entre ellos y los empleadores.
El paro se extendió por 12 días y entre medio hubo reemplazos ilegales, intransigencia de la empresa y mala fe en el proceso, reuniéndose después de ese plazo con los hermanos Mosciatti, quienes de acuerdo a las palabras del Sindicato, “no iban a ceder en ningún punto”.
De esta forma, la empresa tendrá que negociar en 18 meses más y no en tres años, como era su intención.
Sin embargo, no todo puede ser malo: La huelga consiguió poner sobre la mesa las lamentables condiciones que viven los trabajadores de la emisora del tercer piso de O’Higgins 680, de la casona de Antonio Bellet y de las estaciones propias que tiene la emisora sureña, además abrió el debate sobre las extensas jornadas en los medios de comunicación y el abuso constante del artículo 22 del Código del Trabajo, denunciando entre otras cosas jornadas extensas de entre 60 y 65 horas semanales sin remuneración por horario extra.