Desde el viernes pasado el país experimenta un estallido social donde por fin se exponen las múltiples razones del descontento ciudadano, encabezados por el abuso de los más poderosos y la desigualdad de ingreso y trato. La televisión ha realizado una cobertura de ribetes históricos, alcanzando transmisiones ininterrumpidas de más de 100 horas de transmisión. Así y todo, este medio ha sido criticado por la supesta parcialidad del tratamiento a los acontecimientos que están sucediendo.
Durante los primeros días efectivamente la televisión centró sus esfuerzos en mostrar los desmanes, los incendios a las estaciones de Metro y los saqueos a supermercados en vez de acoger los objetivos de las demandas ciudadanas, salvo la excepción de la cobertura de Turner (CNN Chile-CHV) los principales canales de televisión solo tensionaron más el ambiente de inseguridad ciudadano que se reflejaba en los grupos de vecinos que protegían viviendas y supermercados.
Con el paso de los días, esta cobertura dio paso a las manifestaciones pacíficas, las alegres marchas como tambien una perspectiva nacional al conflicto, tambien se incorporaron una serie de entrevistas a académicos, intelectuales y políticos que trataban de interpretar las causantes de la crisis, el colorario de estos esfuerzos ha sido la realización del programa “Chile Ciudadano” de TVN el miercoles en la noche donde se han invitado incluso a dirigentes poblacionales, aquellos quienes viven día a día las grandes diferencias que aquejan a los chilenos. Sorpresivamente, otro grupo de chilenos están progresivamente criticando el tratamiento “amigable” a las manifestaciones pacíficaa por sobre la urgencia que viven los sectores periféricos amenazados por el vandalismo y el pillaje.
Podemos entonces describir que la cobertura televisiva ha sentido el golpe de los primeros días y se ha abierto a discutir de temas que muy pocas veces se ha visto en pantalla. Pero queda la sensación de que no es suficiente. Tal vez es un síntoma de que la televisión no puede estar presente en cualquier punto de la noticia sino que se enfoca en los lugares de mayor atención, y existe en problema para las televisoras es que todos hoy podemos ser reporteros a traves de nuestros camaras, entonces el antiguo poder de omnipresencia de la televisión ha quedado superada por la inmediatez y presencia absoluta de las Redes Sociales. No olvidemos tambien que muchas de las imagenes que recibimos en RRSS no son verdaderas y los medios de comunicación deben verificar la veracidad de los hechos.
Otro punto criticable es de una posible “desinformación”.
Desde mi punto de vista, los medios editorialmente ponen enfasis en ciertos hechos que otros, pero que a diferencia de la Dictadura, donde la televisión hacía caso omiso de las razones de las protestas y solo priorizaba las imagenes del vandalismo urbano, lo que sucede hoy es que los canales de televisión priorizan cierta información que otras que se consideran menos relevantes, pero de todos modos estan dentro de la parrilla informativa.
No olvidemos que los medios al ser masivos intentan llegar a convencer al máximo de los televidentes posibles, y eso puede generar problemas como los que suceden en estos días, donde proporciones considerables de la ciudadanía se muestran en desacuerdo con los enfasis de los contenidos expuestos. Finalmente muestra tambien una clara demostración de un descrédito de los medios masivos en general en una epoca donde se desacredita a todo aquello que se asocie al poder, en este caso al poder politico y económico, y nuestros medios televisivos inevitablemente caen en ese saco.