No, esto no ha terminado. Mientras el Gobierno haga oídos sordos la gente seguirá en la calle, seguirán las protestas y, en otro caso, habrá mar de votos el próximo año y el 2021. Sin embargo, nuestros ubicados aparecieron sin capucha, con el rostro bien descubierto.
El ubicado: La cancel… perdón, postergación de “Atrevidas”
¿Quién fue el genio que le dio el visto bueno a este proyecto? ¿Quién habrá sido ese “profesional de las comunicaciones” que, dejando focus group y el “vox populi” de lado, creyó que era buena idea juntar a las tres personas más intensamente odiadas de la pantalla chica chilena para hacer un estelar que a todas luces huele a un “Esto no es Primer Plano”?
Para muchos, las constantes polémicas de “Bienvenidos” han hecho que la imagen de Tonka Tomicic, que iba en alza desde ese mítico reinado viñamarino en 2006 con su lema “100% natural”, fuera bajando como la aprobación al Presidente Piñera. Como si esto fuera poco, la presencia de Raquel Argandoña, persona ligada a la polémica y al escándalo hasta familiar, ya decía que iba a ser una nefastez. Sumado a la “dama de hierro de la farándula” que es de esas personas que confunden “ser directo y frontar” con sencillamente faltar el respeto y dañar la honra de las personas.
Y es que en tiempos de crisis como este, donde hay que apretarse el cinturón o hacer acciones que permitan que la TV chilena no sea como la argentina post caida de De La Rua, no hay que ser brujo para predecir que la puesta en marcha de “Atrevidas” se iba a llenar de feroces críticas: Que iba a ser una oda a la autorreferencia peor a la de “Mucho Gusto”, que es un ambiente tóxico y superficial, que se hacen esfuerzos por revivir a la farándula chilena en vez de producir contenido de calidad.
La versión oficial es que Canal 13 lo postergó, sin embargo, esta malísima idea no tiene futuro. Nació muerta.
El desubicado: Cristian Bofill
Para muchos, TVN ha sido un canal que ha recibido odio y cizaña por parte de televidentes, usuarios de redes sociales y hasta colegas de sitios de televisión. Pero últimamente quien ha tomado las decisiones más horribles de la historia de la pequeña pantalla en nuestro país ha sido Canal 13. Ya hablamos de la recontratación de Argandoña a quien le dieron hasta un estelar (¿y quieren perfilarse como un canal familiar?) y ahora con un lamentable episodio de “bajada de línea y sesgo ideológico”.
Verá doña, la cúpula de la señal naranja despidió al controvertido Enrique Mujica por la entrevista al Director de Carabineros donde cuestionaron duramente la labor de la institución verde por sus actos de tortura y violencia desmedida durante las manifestaciones. ¿Y a quién pusieron de reemplazo? A Cristian Bofill Rodríguez de vuelta en la dirección de prensa.
Sin duda alguna, el hombre es un verdadero “mano de hacha” dentro de los medios: Tomó La Tercera y de una brillante gestión dirigencial de Fernando Paulsen la convirtió en un medio ABC1 competencia de La Tercera, posteriormente fue panelista de “Tolerancia Cero” y luego fue hasta director ejecutivo de Canal 13. A su haber se cuenta la pérdida sostenida de audiencia y de calidad programática, asi como también de sus informativos. Prueba de ello han sido los constantes informes acerca de Donald Trump con un sesgo innegable a favor del magnate y polémico 45° Presidente de los Estados Unidos de América, el tongo de la “Operación Huracán”, sumado a que también fueron una de las voces que auspició la segunda patita de Sebastian Piñera (con todas las consecuencias que vivimos hoy) junto con el Área de Prensa de Mega.
El cambio se notó: Notas sobre los destrozos en marchas, los daños del Metro, cuánto costará la “reconstrucción” (como si esto fuese el Terremoto del 2010) y nula cobertura a la gente que fue a las marchas y que tenemos (me incluyo) varias razones para salir a marchar a la calle. Sin duda algunas Bofill es estar ante una posible versión chilena de Rupert Murdoch. Ojo, nadie dice que deben virar a la izquierda, pero se puede hacer un medio de derecha y que sea medianamente -aunque sea- decente. El problema es que acá en Chile, como en tantas otras partes del mundo, eso brilla por su ausencia.