Sin dudas que los medios de comunicación masiva y sobre todo la televisión han sido objeto de duras críticas por su supuesta parcialidad en la entrega informativa del estallido social, estas críticas son formuladas por los extremos ideológicos, pero ha ciudadanía percibe tal parcialidad y en recientes encuestas han colocado a los noticieros de televisión en el último lugar de credibilidad. Todo esto sumado a la reunión que sostivieron los directores ejecutivos de los canales con el exministro de Interior Andres Chadwick, la renuncia del director de prensa de Canal 13 Enrique Mujica y la salida de panelistas como Daniel Stingo y Mauricio Jürgensen ponen aun más en boga la independencia que deberían tener los medios de comunicación
Sin dudas que son datos preocupantes.
Pero más preocupantes son otros datos emanados por las mismas encuestas que arrojan que la ciudadanía cree más en un mensaje enviado por un grupo de amigos o parientes antes que la información emanada por un organo compuesto por profesionales de las comunicaciones, como son los medios de comunicación. Hemos sido invadidos por datos, chimentos y cahuines que han sido revestidos como hechos ciertos y simplemente se tratan de tergiversaciones o digamos claramente como mentiras, estamos enfrentados a este verdadero mal para la sociedas como son las “fake news” y que más que informar pretenden solo confirmar nuestras convicciones que poder buscar formulas para saber los hechos de manera transparente y objetiva.
Y ese es el problema
Hasta hace 15 años, antes que las redes sociales se masificaran, nuestra principal fuente de información eran los medios de comunicación tradicional (diarios, revistas, radio y televisión), ellas nos preparaban un setlist de información detallada y dirigida a la generalidad de la población, buscaban ser lo más masiva posible y todos obedecíamos a ese estandar prefjado por tales medios. Pero desde el surgimiento masivo de las RRSS hemos sido invadidos por un vendaval de información nunca antes vista, ya no debiamos esperar el noticiero de las 21 horas para que el 80% de la población se enterara de los principales hechos noticiosos, sino que a cualquier minuto estabamos siendo actualizados con hechos y noticias. Pero esto no es lo más importante, gracias a esta proliferación de medios hemos podido nosotros generado nuestras setlist de informaciones segun nuestros gustos y convicciones, por sobre el interes masivo y vertical que estaban enfocados los medios tradicionales.
Esto sin dudas genera un gran problema, nosotros, los consumidores de información, más que informarnos correctamente queremos que nos digan las cosas que deseamos que nos cuenten para acrecentar más nuestras ideas y percepciones de sociedad, en vez de abrirnos paso a la confrontación de ideas y miradas para tener una visión multicausal de los hechos.
Solo nos ha generado un mayor individualismo que a veces se suman a muchos individualismos, pero que no necesariamente termina siendo una masa.
Los medios tradicionales de todo el mundo estan enfrentando tal desafío de poder seguir generando contenido capaz de llegar a todos los públicos, pero tambien presupone un gran desafío para nosotros los consumidores, debemos abrinos a usar de manera responsable el uso de información divulgada de redes sociales, no nos quedemos en que el video te lo mandó tu madre, sino buscar las fuentes verídicas de los hechos. Debemos confiar siempre en los medios profesionales, no por un tema ideológico, sino porque son estos medios los que garantizan al menos el chequeo de la veracidad de la información emanada, a diferencia de lo que se puede emanar a través de cadenas de RRSS, son multiples los casos que hemos conocido donde las “fake news” han provocado un fuerte quebrantamiento a las sociedades, generando que la ciudadanía termine optando por ideas erróneas. Tenemos un deber importantísimo como miembros de una comunidad de ir por la verdad y no provocar la desconfianza ciudadana, que solo termina desintegrando nuestra vida como sociedad