Para nadie es un secreto que el referente de Mega para hacer realities es el núcleo de “””””entretenimiento””””” de Mediaset España. De ahí han sacado ideas para sus encierros y han “importado” a sus figuras para venir acá a ganar millones a manos llenas insultando, maltratando y hostigando a los participantes más desconocidos. Y en ambos casos han ocurrido situaciones lamentables que nuevamente nos hacen cuestionar sobre si el “todo vale por audiencia” puede seguir siendo tolerado.
Ambas situaciones ocurrieron en 2017: En nuestro país la modelo y actriz Dominique Lattimore sufrió el bullying e insultos raciales por parte de la regalona de la cadena de Vicuña Mackenna, la señorita Oriana Marzoli. La polémica jóven problema la trató de “olor a selva” y “mono”, la golpeó hasta que se cansó, lo peor es que la morena pidió por salud mental salir de “Doble tentación” pero la cadena lo negó porque “constituía un elemento positivo dentro del programa”. Asi es estimados, Mega no hizo nada para mantenerla a salvo y optó por satisfacer el morbo de los amantes de los encierros televisados. No fue hasta la salida de la ibérica, con presencia policial incluida, cuando Lattimore tuvo algo de tranquilidad. Y ojo que Marzoli en ese año se caracterizó principalmente por sus insultos de connotación racista, homofóbica y xenofóbica. Y el reality aquel completo estuvo marcado por la violencia física y psicológica, sobre todo a las mujeres, los cuales están documentados en el ranking de denuncias del CNTV.
A esto Lattimore se refirió relatando su experiencia en “Podemos hablar” de Chilevisión: “Me hicieron bullying por mi color de piel. No culpo a la persona en sí, que me hizo eso, sino que culpo al grupo de personas encargadas. Cuando uno firma un contrato con un programa televisión, se supone que uno está resguardada por eso. Y ellos permitieron que un grupo de personas me escupieran en la cara, me golpearan y me maltrataran (…) Quede afectada psicológicamente durante mucho tiempo por este tema. Puse una demanda contra una persona, porque no la pude poner contra el canal y la producción porque estaba bajo contrato. Hasta los animadores, cuando estábamos en las grabaciones, escucharon estas cosas. Algunos reaccionaron, pero era su trabajo y tenían que seguir con su trabajo”. Ante la demanda, Marzoli no puede entrar más a nuestro país. Y menos mal.
Y en España nos enteramos de la vejación que “la pantalla amiga” hizo a Carlota Prado, quien como hemos venido informando sufrió una violación dentro de “Gran Hermano Revolution” en el mismo año en que Oriana hacía de las suyas (¿coincidencia? no creo, ¿casualidad? tal vez) y lo que es peor, en el confesionario la hicieron ver lo que había sufrido y la intención de la emisora celestita fue intentar ocultar todo por el bien del formato y del canal, que es líder en sintonía desde hace un buen lustro.
Ante esto, como informa HuffPost, varias marcas han optado por bajar sus pautas publicitarias de la versión VIP del encierro de Guadalix. Algo similar pasó a inicios de esta década cuando en otro estelar de farándula de la emisora, “La Noria”, entrevistaron a la madre de un femicida y un colega hizo una campaña para bajar los anunciantes, la cual dio resultado.
Tanto el caso de Dominique Lattimore acá, como el de Carlota Prado allá, nos hacen pensar a todos los que tenemos la misión de comentar el acontecer tevito -y que nos documentamos además con lo que sucede en otras realidades- de si en realidad “todo vale por rating”. Está clarísimo que Ignacio Corvalán –que además durante el mismo “Doble tentación” se reveló lo mala persona que es fuera de la mesa de dirección– no tiene escrúpulos y ampara a sus hienas como es el caso de Oriana Marzoli, por eso no hizo nada para proteger a la actriz de los daños que la actriz sufría. Y también lo está que Telecinco no se ha referido a este tema en sus programas, ni en el mismo “GH VIP” que sigue liderando la audiencia aún con una denuncia de violencia de género incluida.
Lo que nos deja para pensar es si los reality shows pueden seguir tolerando o amparando estos episodios de violencia con el fin de liderar en sintonía, o si en verdad para Patricio Hernández -que tiene como modelo al mismo Telecinco- esto no es más que una mera anécdota, ya que le bajó el perfil en una entrevista. Además, la vida y la integridad física y mental de las personas no debe ser tomado como un juego para el divertimento de una clase de personas. Siempre lo he dicho y más en los vaivenes mentales que he tenido yo y tal vez ha tenido usted.
Para cerrar, desde este sitio, ofrecemos nuestro absoluto apoyo tanto a Dominique Lattimore como a Carlota Prado, quienes han sido las víctimas más visibles del mal entretenimiento televisivo.