El momento llegó: En instantes revelaremos los grandes ganadores (y otros no tanto) de Los Más y Los Menos del 2019.
Primero que nada, queremos agradecer a todos quienes votaron en nuestra encuesta anual para saber lo que sienten, palpitan y piensan sobre nuestra televisión. Si algo hemos aprendido en esta década es que se puede hacer un medio crítico, pero a la vez serio, sobre nuestra vilipendiada industria televisiva.
Hoy más que nunca el pueblo chileno necesita información justa y veraz, asi como también una entretención sana y de clase mundial. Ya la próxima década, Dios mediante, la farándula estará fuera de circulación, y lo estará por un tiempo esperamos largo. Ahora es el turno de la gente nueva, las personas que pueden llegar alto sin insultar a nadie por su etnia, color de piel, orientación sexual, peso, talla o apariencia. Es el momento de la gente buenrollista, esa que buscamos por todos lados que se tome los canales abiertos. Y ojalá se queden y que no se vayan, como cantaba el grupo Astro.
Lo más visto: Pacto de Sangre
Si, fue lo más visto y fue exitoso, y su manera de dar que hablar fue bien particular: Si bien nunca alcanzaron un rating descollante, al igual que ha pasado con otros casos como “Matriarcas” y “Puro Chile”, nos hizo cuestionarnos si el sistema de medición de audiencias llamado “People Meter”, que está en proceso de cambio desde mediados de este año, sigue siendo un parámetro válido de medición de sintonía en tiempos de redes sociales. No por nada Canal 13, TVN y Chilevisión empezaron a dar sus propios índices contabilizando miles y millones de personas como en Estados Unidos y Europa, junto con sumar el visionado diferido en su pagina web.
Fue el fenómeno de masas de este año, tuvo un final excepcional acorde al “realismo mágico” de las producciones de AGTV. Lastima que “Rio Oscuro” no siguió el éxito ni mucho menos “Amor a la Catalán”, sin embargo, Canal 13 no se dará por vencido y apostará por más. No por nada tendrán a Paloma Moreno como protagónico.
Lo menos visto: Resistiré
Dejémonos de vainas, como dijo un viejo programa colombiano: Fue un fracaso. En Chile y en México. Y es lógico, si tienes los mismos ingredientes de los encierros anteriores a saber, gente polémica traida de otros países, misoginia, comentarios machistas, bullying y hasta un asesinato de un animal por comida, sencillamente no hay audiencia que “resista”.
Y menos mal que Oriana Marzoli no puede entrar a Chile por racista, porque sino sería el colmo del paroxismo. No se sabe ni se explica en qué estaba pensando el canal moradito cuando le vieron potencial al formato de MTV, y lo peor es que si bien los números no les daban, igualmente sacaban promos diciendo que era “el reality que encantó a toda una región”. Bajenle dos al ego, please.
Lo que merecía más rating: Amar a morir
Que quede claro que TVN lo intentó hasta el final, y con distintas formas, pero lamentablemente para la industria y a pesar de tener una historia que nos recordaba a esas viejas novelas de antaño, no conquistó a la gente que habitualmente ve las recicladas novelas vespertinas de Mega (“Isla Paraiso” era un rejunte de anteriores éxitos de Quena, se tenía que decir y se dijo) y murió en la más absoluta e inmerecida indiferencia.
Para empezar, Felipe Braun encendió la mecha diciendo que el canal estatal “no tiene ninguna posibilidad de salir adelante” lo que constituyó una puñalada en la espalda a los que todavía creemos en el futuro del 7.1. Luego de la Copa América, la novela fue pasada a la primera tarde y si bien subió algo de rating, no le bastó para alcanzar a la eternísima “Verdades Ocultas”. Resultado: El Area Dramática de TVN se fue a hiatus y no tiene por donde regresar. Todos sus actores se repartieron entre las tres cadenas.
Lo que merecía menos rating: Resistiré
Si, tuvo una audiencia paupérrima para un reality de Mega y para un área que solo sabía de éxitos, pero aun así merecía menos sintonía que la que tuvo. Merecía que no la viera nadie. No por un supuesto odio al canal de Vicuña Mackenna, sino porque se ha comprobado que el modelo de entretenimiento que conciben desde el cuarto piso de las ex Cristalerías Chile sencillamente ya no se lleva.
La misoginia, la violencia de género, el machismo, la cosificación e infravaloración a las mujeres, son ingredientes que no solo están presentes en las nefastas creaciones de Ignacio Corvalán, sino que también en diferentes partes del mundo donde se hacen este tipo de espacios. Carlota Prado es solo un ejemplo de lo que es capaz de hacer un canal por proteger su gallina de los huevos de oro.
Y lo peor es que la totalidad de la gente que estuvo en ese encierro solo constituía elementos negativos: Manelyk se emborrachaba -y nos la querían vender como ídola juvenil-, Aida Nizar se burló de una persona con situación de discapacidad en España, Fritanga se burló de la ibérica y la llamó “vieja menopáusica”, la celopatía de Sargento Rap que casi ocasiona un asesinato a mansalva por un ataque de celos contra Ignacia Michelson, el actor mexicano Eleazar Gomez que es un golpeador de mujeres. Y todos ellos se llevaron suculentos sueldos de Madonna. Pensar que los chicos de “Rojo” ganaron menos que ellos pero son más aporte a la juventud y hasta pudieron cambiar sus vidas sin olvidar sus orígenes, además de transmitir valores positivos a la gente que los sigue.
El condoro más condorito: La manipulación y la censura de la televisión chilena durante la crisis
El 18 de octubre fue el día en que la televisión chilena confirmó por qué tiene una relación más que distanciada con la audiencia: Preguntas capciosas, manipulaciones, bajadas de línea, censuras a las críticas a los gobernantes, preguntas boludas, falta de contraste de la información, noticias falsas, encuestas mal leidas, videos manipulados y tanta otra mala práctica terminó por sepultar la credibilidad del medio.
¿De qué sirve tener apoteósicas salas de redacción y estudios si no son capaces de ofrecer un servicio informativo decente que efectivamente pueda servir a la ciudadanía? Se están volviendo peor que CÑÑ, que RCN, que los noticieros mexicanos y que RTVE durante el gobierno de Mariano Rajoy. Lo peor es que la ciudadanía ya les está pasando factura y costará mucho recobrar el prestigio perdido.
Lo que más se extrañó este año: Implementación de la TV digital
Si no fuera porque los canales hicieron lobby para pedir una insólita prorroga y porque las mismas se pusieron a hacer malabares para retrasar la ley y tener una TDT a su antojo, el apagón analógico habría sido en mayo del próximo año, como se estipuló inicialmente.
Tal vez si la televisión chilena no hubiera sido sistemáticamente farandulera, si no hubiesen dado tanto sueldo de Madonna, si en verdad hubiesen tenido sentido de industria, habríamos tenido TDT mucho antes y en todo Chile, a la altura del sistema europeo que es el más avanzado.
Pero no, ellos con la entretención pura y dura se dieron una seguidilla de balazos en los pies. Y asi están y asi estamos.
Lo más insoportable del año: La crónica roja en los matinales
Por el pan y circo se puede hacer cualquier cosa. Cómo buitrearon los matinales con Fernanda Maciel, tomandose para la chacota algo serio. Desde parejas que dijeron haberla visto en el aeropuerto, hasta mentalistas que transformaron la búsqueda en algo chabacano. Hasta dos espacios matutinos se pelearon por esto. No hubo respeto por la familia ni mucho menos por los televidentes.
Esto fue uno de los tantos motivos que hicieron que estos programas fuesen criticados hasta la saciedad por las redes sociales. Y con justas razones. Para el próximo año serán programas periodísticos, como en USA y Europa. Tendrán que hacer mucho esfuerzo para que no se manden un “Ana Rosa Quintana”.
Revelación del año: Daniel Stingo
Cuando estaba en “Mucho Gusto” nunca lo vimos como era siempre. Lo veiamos bailando, jugueteando, dando confesiones, pero en el tiempo en que estuvo en “Muy buenos días” estuvo en su salsa: Confrontando a los políticos en su calidad de abogado laborista.
Fue incomprensible cuando lo terminaron sacando de TVN por una discusión en vivo con Marcela Sabat porque él era un aporte, quiza uno de los pocos de ese espacio que le cuesta mucho salir del cuarto lugar, y muchas veces por errores propios. Hoy está en “El matinal de los que sobran” en la radio, pero sin duda se le extraña en la pantalla chica.
Premio a la contribución a la TV de calidad: La sinergia informativa de CNN Chile y Chilevisión
Lo mejor que pudo hacer Turner es acordarse que tenian CHV en su poder. Desde 2015, cuando se fue Jaime de Aguirre por decisión de Atlanta, hicieron muchas cosas para intentar cambiar, y recien este año pudieron demostrarlo con creces. Y una de esas poderosas señales es la sinergia entre el canal de noticias y la señal abierta, que tuvo su climax durante la revuelta de Octubre.
Los únicos que hicieron una cobertura acorde a lo que la ciudadanía requerida, con un periodismo serio y opinante. No faltaron quienes intentaron sabotear a la empresa multimedial como una empresa agrícola que retiró sus auspicios porque según el dueño había una “cobertura sesgada”. Si un auspiciante hace chantaje contra tu canal o medio, es porque estás haciendo las cosas bien.
Evento mejor realizado del año: Juegos Panamericanos Lima 2019 (Chilevisión)
Otra de las señales de que este CHV cambió para mejor: Turner propone ser una potencia en deportes y, de esta manera y además de la compra del CDF, han logrado su cometido transmitiendo la cita panamericana desde la capital peruana.
Usaron de todo: Transmisión via streaming, maratonicas emisiones durante la semana, y fueron testigos de una de las mejores actuaciones del Team Chile en esta competición. Habrá que ver como les va con las Clasificatorias pues en la vez anterior Chile clasificó. ¿Repetirá la hazaña otra vez?
Evento peor realizado del año: Cobertura del 18 de octubre y la crisis en Chile
Desde que la primera escolar saltó el torniquete y hasta ese viernes en que el país sencillamente estalló, la TV chilena hizo el mayor ridículo de la historia, transformando los saqueos y actos vandálicos en espectáculo y generando una innecesaria ansiedad y nerviosismo en la ciudadanía. Y lo digo por experiencia propia ya que por sanidad mental decidí no ver tele durante esos días, salvo excepciones contadísimas.
La llamada “doctrina del shock” con la que la dictadura impuso el sistema neoliberal en los 70s ya no prendió, por suerte. Las televisiones no estuvieron a la altura de la historia y se enfocaron en lo negativo. Nada de demandas, nada de buscar por qué llegamos a lo que llegamos, nada de sentido de la información. Solo show, mucho show.
Mejor publicidad: Movistar – Chuck Norris
Recuerdo que cuando visitaba Pediars conocí la idolatría y los memes al hombre de “Walker Texas Ranger”. Sin embargo no fue hasta este año que el actor norteamericano llegó a Chile por obra y gracia de la compañía que lo tiene todo, para lanzar su servicio de cable por streaming modesto, pero salvador.
No es primera vez que la hacen trayendo a una mega figura internacional. En 1996 tuvieron comerciales con la mismísima Claudia Schiffer.
Peor publicidad: Gobierno de Chile – Niños virales
¿Cual es la manía del piñerismo de siempre meter famosos y otros no tanto en sus campañas de servicio público? No aportan y no contribuyen a un buen habito. Lo de los “Niños virales” fue el ápice de que quienes nos gobiernan no saben de campañas efectivas, como si lo vimos al menos durante el periodo de Patricio Aylwin y los dos de Michelle Bachelet.
Frase del año: “Se hace la vístima” – Elizabeth Ogaz
Simplemente la frase que fue objeto de memes de todo tipo, pero del que la señora Ogaz supo sacar provecho hasta con una fonda durante las pasadas Fiestas Patrias.