Durante los últimos años, el evento que daba inicio al Festival de Viña del Mar y que en un tiempo marcaba más audiencia que las seis noches que dura el certámen, era la Gala, que desde 2011 tuvo otra connotación.
En la gestión de Chilevisión, lo que inició como una ceremonia privada se transformó en el escenario oficial en el que rostros, representantes de los canales de la competencia y farandulitos varios que no tenían nada que ver con “el festival latino más grande del mundo”, luciendo sus carísimos atuendos, joyas y una manicure que seguramente salió lo que costaría traer a cualquier artista in-boga a la TV chilena.
Si bien Canal 13 y TVN mantuvieron el formato actual, este año el panorama será distinto. La idea inicial era crear una “Minigala” por temor a una eventual funa por parte de organizaciones sociales críticas no solo del Festival sino que de la gestión cuestionadísima de Virginia Reginato Bozzo.
Sin embargo, la idea se desechó y la gala como la conocemos desde los últimos años sencillamente no irá.
En su lugar se hará lo que se hacía hasta 2010: Una ceremonia con gente ligada al evento o al mundo de la música, más austera y que será transmitida por televisión desde un recinto cerrado. Los invitados será gente que tiene alguna relación histórica con el Festival de Viña. En simples palabras, como siempre debió ser.
Ante esto, la cuestionada edil declaró en sus redes sociales: “Me parece bien que los canales organizadores del Festival de Viña del Mar hayan resuelto no hacer La Gala este año y volver al tradicional lanzamiento oficial del Festival que siempre se realizó, dando la bienvenida a los músicos, artistas e invitados”.
Una decisión sensata, tomando en cuenta que el Chile de hoy no estará para frivolidades, ni mucho menos para gente sin asunto ostentando sus riquezas. Y no lo estará por un buen tiempo, esperamos bien largo.