La elección de reina del Festival de Viña del Mar se había desvirtuado durante muchos años, debido al tenor de sus candidatas. Si bien eran personas que venían efectivamente de los programas satélite del certámen -tal como lo establecen las bases del 2009 por parte de La Cuarta-, la gran mayoría era gente con alguna ligazón a la farándula.
Cierto, hubo excepciones contadísimas como Jhendelyn Núñez, Carolina Arregui, Valeria Ortega, Sigrid Alegria y Kika Silva, sin embargo otras llegaron desde la nefastez misma. Eso si, el año pasado se dio una poderosa señal al galardonar como soberanos a dos personas jovenes con talento: Chantal Gayoso (a quien ahora veremos como bailarina profesional en “Bailando por un sueño” de Canal 13) y el “shasho” Hernan Arcil, ambos venidos de “Rojo, el color del talento” de TVN quienes derrotaron a representantes del farandulismo y hasta a una desconocida de apellido Tomic.
Sin embargo Chile cambió, y los tiempos también: El país no estará para ver a “modelos” disputandose un cetro que debería pertenecer a otros y si quieren lograrlo, pues tendrán que salir de su burbuja y sus privilegios. Por lo mismo, el ex “diario popular” ha informado el tenor social que tendrá la reina y rey de este año, acorde con la situación del país.
Este año la elección irá en ayuda de los emprendedores de Viña del Mar afectados por los saqueos, y de los locatarios damnificados en el último incendio de Valparaíso, acorde con una feria de emprendedores de la ciudad jardín que auspiciarán el matutino y la Ilustre Municipalidad.
La inscripción será entre el 17 y el 21 de febrero, luego de ello el día 24 los candidatos y candidatas tendrán que apadrinar a sus “ahijados” quienes invitarán a comprar sus productos y sean los más beneficiados con la competencia entre candidatos.
El 25 en tanto se realizarán diversas actividades dedicadas a la inclusión como partidos de fútbol y competencias al estilo “MasterChef Chile”. Y quién gane recibirá una suma de dinero que irá en beneficio de sus “ahijados”. ¿Habrá piscinazo? Ojalá que no, debido a que eso podría ser visto como sexismo y cosificación de la mujer.
Un tenor distinto que le dará otro enfoque a la reina y rey del evento del litoral.