Es el nombre que abrirá la última noche de este Festival de Viña del Mar, pero una serie de hechos están haciendo que el nombre de Ozuna sea la gran duda de este certámen. No es la primera ni será la última vez en que un artista se baja del evento, pero esta vez las razones son más turbias que el agua del Mapocho.
En primera, una denuncia por amenazas y estafas interpuesta por Juan Carlos Tapia, dueño de la hoy extinta productora Nice Multiespacio, quien en 2016 llevó al intérprete de “China” en gira por Valparaíso y San Antonio.
El asunto es que el artista prefirió ir al cumpleaños de la entonces pareja de Arturo Vidal y no llegó al centro de eventos El Huevo de Valpo, donde iba a realizarse su concierto. El público, molesto con la situación, protagonizó riñas descomunales con heridos y se demandó al reggaetonero por 4 millones de pesos por un recital que nunca se hizo. Ante esto, Ozuna ofreció un show compensatorio que hasta el día de hoy jamás se concretó.
Pero no solo eso: Su equipo técnico se apersonó a cobrar el dinero sin la presencia del mismo artista, y según relata el productor a BioBio Chile, cuando se iban con los billetes sacan armas de fuego y les dicen que saquen los autos o van a disparar. Según denunció el mismo, él hizo la misma gracia en seis discoteques del país.
Hoy nos enteramos via Radio Cooperativa que Ozuna canceló su show en Argentina un día antes de su realización este viernes en el Movistar Arena bonaerense, por razones todavía desconocidas. Se supone que debería ir a Paraguay, luego la última noche de Viña y posteriormente el 7 de marzo en el Movistar Arena… si es que no se le hace, o pisa un pie en Chile y tenga que responder inmediatamente ante la justicia. Por ahora, su presencia en el Festival está en la más intensa de las nebulosas.