Estamos todos en cuarentena voluntaria, u obligatoria si usted vive en alguna de las comunas que la decretó. Y mientras estrenamos nuevo look para el sitio -porque era necesario, y ya contaremos más sobre ello-, nuestros ubicados aparecieron, aunque tuvieron que autoaislarse por riesgo de posible contagio. Usted entiende.
La desubicada: Daniella Chavez
Esta semana “Bailando por un sueño” entró en receso indefinido debido al COVID-19. Tocará hacer evaluaciones sobre lo que suma y resta, lo que da y quita audiencia -ojalá tomen en cuenta el análisis FODA que realicé en este mismo sitio- y creo yo que lo que más perjudica es el escándalo gratuito y la búsqueda de posibles titulares en diarios o medios digitales adscritos al farandulismo, como es el caso de Daniella Chavez.
Resulta que la autodenominada “musa de O’Higgins” pataleó cual niño sin juguete o dulce luego de una mala nota que le puso el implacable jurado del estelar, con un paupérrimo promedio de 19 puntos.
¿Qué pasó? La modelo y ex conejita Playboy dijo en un tono prepotente y narcisista en redes sociales que “la razón porque he querido renunciar es porque desde el día uno me he sentido menospreciada por parte del jurado, siempre me han castigado, hay personajes que no bailan y por lástima le ponen buena nota o porque son del canal”.
“Siempre para mí la exigencia es más y otras y otros los protegen (arreglado), otros son auspiciadores. Por eso no dan ganas de bailar, porque ya sé las notas y sé la disposición en mi contra y favorecer a otros que no bailan nada” continuó diciendo, sin pruebas fehacientes por supuesto, lo cual solo la perjudicará a ella, aunque beneficiará a su imagen polémica que al menos a nosotros nos causa rechazo.
No cabe duda que Daniella no sabe guardar la compostura ni mantenerse dentro de sus cabales cuando todo se le vuelve en contra. Por fortuna, “SQP” e “Intrusos” están fuera de antena. Por fortuna.
Los carepalo: Mega y sus repeticiones
Sabemos que los tiempos no están para hacer producciones propias con el mismo ímpetu y sentido de antes, y más aún con lo que sucede en este enfermo mundo luego del COVID-19. Pero creemos, al menos nosotros, que eso no da pie para que el canal que todavía es líder en sintonía tenga que hacer, literally, lo que se le plazca.
Verá usted la indignación dentro del mundo seguidor de las novelas brasileñas cuando se supo que la novela “Orgullo y Pasión” fue confinada a un “slot de la muerte” para beneficiar a la turca “Madre”, la cual fue emitida hace apenas dos años. Pero eso no es todo, porque también se anunció la vuelta de “Pituca sin Lucas”, “Amanda” (y su polémica y bien memeable escena del toro) y ahora también “Perdona nuestros pecados”.
Quiero creer que esto es programación de emergencia. Quiero creer. Porque si vuelve todo a la normalidad y sigue todo igual pues que merecen perder otra franja horaria. Al menos el bloque de “Verdades Ocultas” lo tienen asegurado y lo tendrán por mucho tiempo más, pero la franja matutina ya prácticamente lo perdieron a manos de “Bienvenidos”, “Contigo en la mañana” y hasta “Buenos días a todos” se ha metido en la pelea. ¿Qué pasará cuando debute el trencito de la tarde con el espacio de servicios “Aquí somos todos”, que es bien necesario en estos tiempos? Además que Ángeles Araya es un encanto y un ángel, puede hacer un buen mano a mano con la agudeza de la jueza Arroyo, que ahora está haciendo secciones de educación cívica en su ciclo.