Eso somos para ellos. Eso piensan de nosotros, el común de los mortales, los que estamos pelando el ajo todos los días para luchar contra el fin de mes. Ellos, desde sus privilegios, desde todos los millones de pesos que la industria televisiva les dio para que literalmente hicieran lo que les cante. Ellos, desde la supremacía, nos dicen a todos que somos lo peor, que somos los parias, que no hacemos nada bien.
No voy a citar el nombre de quién lo dijo por sanidad mental de ella, mia y de la de ustedes. No vale la pena. Sería darle manija gratuitamente, porque eso busca. Me voy a centrar en el insulto. El agravio que ella profirió en su Instagram Live contra todos nosotros que no elegimos la cuarentena, pero que tenemos que hacerlo por nuestra bien y porque el estado de emergencia al Gobierno central, como tantas otras cosas, le quedó chico y carece de sentido de estado.
Más allá de cualquier estado de colapso emocional que pueda tener, lo del “malditos hu30n3s” es impresentable, porque perdiste tu capacidad de razonar y tienes que recurrir a la falta de respeto, que ni tú ni yo merecemos. Lo concreto es eso: Nos odian, nos denigran mentalmente y nos tratan de lo peor desde sus mismos privilegios y su narcisismo.
Nosotros no vamos a insultar a esa persona. Sería caer en su juego y yo, que también lucho contra mis vaivenes mentales, no quiero seguir sus códigos por el bien mio y el de este sitio. Además sería injusto porque ella necesita atención de personas competentes y en el caso de que lo consiga, pedirnos disculpas a todos por este agravio que ninguno de nosotros pidió.
Pensemos antes de actuar. No hagamos ni digamos cosas de las cuales después nos vamos a tener que arrepentir. Ninguno de nosotros lo merece, por mucho que para los regalones de la tele seamos “malditos hu30n3s”, nadie merece ser pisoteado ni mirado en menos por los medios ni por un género televisivo ya fenecido. Nadie merece que seamos ninguneados por nuestras capacidades, origenes, sexos o gustos de cualquier índole. Todos merecemos dignidad.
Quiero creer que ella lo dijo en un mal estado y no porque de verdad piense que nosotros somos lo peor. Ojalá.