Me van a tener que perdonar pero nuevamente el tiempo me da la razón. A mi y a mi “batalla perdida”, como definió alguien por ahí en Twitter hace cinco años.
Y es que en una entrevista con La Tercera, el miembro del directorio de TVN Ricardo Cifuentes esgrimió que “¿Por qué tenemos que recurrir a actores conocidos?; ¿Por qué no acudimos a gente joven que está terminando la universidad y que está estudiando teatro? ¿O por qué no creamos un fondo para las propias productoras no solo las santiaguinas, sino que también las de regiones? Lo que he planteado en el fondo es que necesitamos un poco más de imaginación para salir de esta crisis. Esta no es una crisis fácil, porque la padece toda la industria y llega incluso a la de cable”.
Definitivamente Cifuentes habla el idioma de TVenserio. Acá en este mismo lugar hemos criticado que la televisión privada se centre en rostros jóvenes solo para hacerlos bajar su salud mental, como ocurrió con Angie Jibaja (cuyo mayor error fue meterse a “Doble tentación” porque después se fue al “bote a pique”) y con iCata Salazar, a quien buscaron para integrarla a “Resistiré” pero ella la rechazó. Por suerte.
Y asi hemos criticado que el farandulismo tan habitual de la televisión nacional haya impuesto en el cutre show bussiness local a personajes que no constituían cualidad alguna, ni siquiera entregaban valores positivos en cuanto a un real modelo a seguir. Imagínese, muchos niños cuando les preguntaban “¿qué querías ser cuando grande?” ellos respondían “hacer tongos”. Y no me digan que invento. Yo mismo vi cuando una niña repetía a cada rato el “barriobajera” de Oriana Marzoli, quien en una entrevista además de buscar una pelea gratuita con otra chica reality se mostró orgullosa de imponer en Chile un dicho que en España usan los adherentes de VOX para burlarse de la gente pobre o de escasos recursos. Lindo referente.
Y acá viene la eterna pregunta que acá me hice: ¿Por qué no dar voz y pantalla al talento en igualdad de condiciones? ¿Qué sería del grupo Mecano si no se hubiesen presentado como un grupo de trova en 1979 en un programa de talentos de RTVE? ¿Qué hubiese pasado con Laura Pausini si no hubiese ganado “Nuove Proposti” en Sanremo ’93? ¿Qué pudo suceder si Globo, a través de sus jornales o periodísticos como Fantástico, no hiciera eco del “fenómeno Anitta”?
¿Redoblo la apuesta? ¡Redoblo la apuesta! En los años 90s, el programa “Contacto” de Canal 13 hizo reportajes acerca de fenómenos musicales nacionales como Myriam Hernández y Nicole. ¿Y si los hubiesen ignorado? No subirían su popularidad. Hubiese sido lindo un completo seguimiento a Denise Rosenthal y su primer y exitoso show en el Movistar Arena por parte de alguna cadena. ¿Por qué lo digo? Porque cuando Kenita se lanzó a cantante… ¡Un programa mostró hasta cuando grabó su cancioncita! ¡Y lo hicieron con alguien que tomó la música para la chacota! Asi de poco seria se volvió nuestra TV en la década pasada.
Y miren que TVN tuvo en sus narices a buenísimos referentes: Geraldine Muñoz, Millaray Mandiola, Andrei Hadler, Hernan Arcil, Chantal Gayoso, Jazz Torres, Nicole Hernández, Carla Costa. Y asi podríamos seguir.
Asi de este modo Ricardo Cifuentes planteó la misma idea que nosotros venimos entablándola desde el día uno de este sitio: La presencia del talento jóven. Si bien se refirió a la actuación, ojo también ahi: Tomemos el caso de Jennifer Love Hewitt que nació como estrella adolescente en películas (incluso con un paso más que aplaudido por la música) y que hoy es toda una actriz reconocida en series y en la pantalla grande. Del mismo modo Mandy Moore que empezó como una copia de Britney y hoy hasta fue nominada al Emmy por su enternecedor rol en la serie “This Is Us”.
O en España, donde los chicos de “Elite” son idolatrados y “Operación Triunfo” ha dado buenos dividendos y ha impuesto famosos que han destacado por sus canciones como Amaia, Alfred García y Aitana War.
Tanto la TV pública como la privada tienen que salir a buscar a nuevas personas. No solamente a quienes puedan vivir del escándalo sino a quienes con su talento pueden llegar lejos. Como lo hizo Canal 13 en 2007 al crear “Amango”, ese antecedente sin duda es buenísimo a la hora de ejemplificar, porque la misma Rosenthal hoy es solicitada en varios países de habla hispana. Si empiezan a confiar en nombres con más hits que tongos, verán que la percepción que la ciudadanía tiene a la pequeña pantalla cambiará en 180 grados.