No son momentos felices para nadie, el COVID-19 está afectando duramente al país mientras que la autoridad recula en su discurso triunfalista de encaminarnos hacia una “nueva normalidad” para pasar a aplicar una durísima cuarentena en todo el Gran Santiago. Sin dudas que son momentos dramáticos y donde importantes medios de comunicación en vez de entregar seguridad al público han divulgado mensajes divergentes que preocupan mucho.
Primero se encuentra la situación de los grandes conglomerados de comunicación (los diarios y los principales canales de televisión) que acogieron sin mayor discusión el discurso triunfalista del Gobierno de la “nueva normalidad”, editoriales, columnas, cartas y noticias generaron a un sector de la ciudadanía la sensación de que lo peor ya había pasado y se podía progresivamente volver a las actividades cotidianas. Tal vez la imagen que más quedará en la retina pública será la cobertura que la televisión brindó a la reapertura del centro comercial Apumanque, donde se veía a publico aplaudiendo por la decisión municipal de que el llamado “cosmocentro” sirviera como lugar de experimentación para una posible apertura de otros centros comerciales. Al día siguente la autoridad edilicia decidió cerrar el centro comercial.
Por otra parte la prensa llamada alternativa tampoco lo ha hecho mejor, en su búsqueda de torpedear al Gobierno como diese lugar, el diario digital Interferencia publicó (o más bien filtró) un mapa elaborado por el Ministerio de Salud donde se localizaba las zonas donde residían los pacientes con COVID-19, si bien el portal informó que se había “corrido” 100 metros desde los puntos reales de los afectados, esta publicación afectó la privacidad de los afectados y generó un pánico público innecesario, tambien se suma las acusaciones de periodistas alternativos que si bien buscan generar una discusión sobre una posible alteración de los datos oficiales terminan provocando importantes daños a la privacidad personal de los pacientes y familias (divulgación de certificados de defunción por parte de una prestigiosa periodista)
La irresponsabilidad ha irradiado en todos los sectores, mientras que los grandes medios no ofrecieron un espacio proporcional donde las voces críticas pudieran cuestionar el discurso oficial y solo ahora, con miles de casos diarios y un inminente colapso del sistema hospitaliario han comenzado a tomar un perfil crítico a la actitud del Gobierno central, los medios que intentan contrareestar la influencia de estos grandes medios terminan tropezandose en importantes faltas a la ética profesional y caen en el tan criticado sensacionalismo, lo que no contribuye a la consolidación de estos portales que creemos que son necesarios para enriquecer la pluralidad informativa en el país.
No son buenas noticias las que estamos conociendo por parte de los medios, sumados tambien al cierre de varios medios en papel, despidos masivos, está la sensación de que los medios no han dado el ancho para encarar esta crisis tan grave que vive la humanidad, y necesitamos hoy a todos los medios cumpliendo un rol que oriente a la sociedad para que den los pasos posibles para superar la crisis hospitalaria como tambien ser espacios para la sana crítica, que tenga esta la capacidad de advertir lo que está mal, pero sin caer en peticiones exageradas. Necesitamos medios periodísticamente fuertes para evitar que las “fake news” consoliden su influencia y generen una mayor confusión ciudadana.
Ahora es tiempo de remar todos en el mismo lado, no para que el Gobierno aparezca como ganador, sino porque queremos superar esta crisis sin traumas incurables que solo terminan fragmentando más a nuestra ya dividida sociedad.