Sin duda que enfrentamos los momentos más duros en el desafío de controlar la pandemia del Covid-19 en el país, y esto no solo afecta a quienes padecen directamente del virus, sino a toda la población en general que con la angustia general del conocimiento de un mayor número de casos y la cuarentena masiva en los hogares han empeorado la ya tan compleja situación de la salud mental de nuestro país.
Desde el punto de vista que trabajamos en este sitio, o sea desde el plano de la industria televisiva, analizaremos y propondremos algunas alternativas y soluciones que puedan aminorar el cuadro de ansiedad y angustia que vive la sociedad entera.
Creemos que la televisión, como es una tendencia general en su industria, da pasos zigzagueantes en como manejar la crisis desde un punto de vista psicológico. Si bien han tenido momentos controvertidos (como la cobertura de varias horas en una cité de Quilicura) tambien se puede decir que se ha querido evitar una morbosidad que es natural para nuestra televisión; no hemos visto escenas que generen una apelación catártica al público (algo constante en este tipo de coberturas) como tampoco ha proliferado el trato lastimero que tambien forma parte como una de las criticas constantes hacia la industria en este tipo de situaciones extraordinarias. Se ha preferido los debates y tertulias que analizan las decisiones políticas para el combate a la pandemia y en estos últimos días han privilegiado mostrar la precaria situación que viven muchos compatriotas al no contar con sus ingresos y que esperan los paliativos gubernamentales para poder subsistir dignamente.
Pero si bien la televisión ha podido enfrentar esta extenuante cobertura sin apelar a la sensibilería barata, podemos reparar que tanto matinales como noticieros tienen una larguísima duración, donde muchas veces una sola nota pueden durar hasta una hora, lo que genera en el televidente una sensación de hastiamento con la sobresaturación de contenido noticioso, sumado a la avalancha de información verdadera o falsa que se emanan a traves de las redes sociales.
¿Es necesario que el público esté enfrentado a maratones televisivas donde un solo tema es cubierto en una extendida transmisión? ¿La televisión puede entregar una alternativa diferente a la mera entrega informativa?
Los canales podrían enfrentar esta crisis desde un prisma positivo, de entregar mensajes de calma y optimismo a la población. Es necesario que la televisión participe más activamente en entregar un discurso enfocado a que la gente cumpla efectivamente las cuarentenas y no solo eso, sino tambien puedan entregar programación que ayude a relajar las tensiones que vive la población. Puede que los matinales cedan el espacio de los moviles y debates para pasar a tener maestros de yoga o ejercicios físicos que ayuden a la población a distenderse físicamente. Tambien sugerimos que se abran la posibilidad de entregar algun contenido humorístico, si hay algo que tenemos los chilenos es el de poder reirnos incluso en las tragedias, no veo porque esta situación no pueda ser desperdiciada por nuestros cómicos. Por último sugerimos que los canales emitan más recuerdos deportivos, proyectos como la exhibición de los mundiales jugados por Chile en el CDF, el programa “Había una vez” de TVN y el documental “Generación dorada” de Canal 13 han ganado una muy buena aceptación del público, cosa que se refleja cuando estos programas se ubican siempre dentro de lo más comentado en Twitter en sus días de exhibición.
Por último aplaudimos el esfuerzo generado por los canales de televisión de crear el canal Tv Educa Chile que el solo hecho de existir genera una alternativa interesante para los niños para no estar expuesto a una innecesaria y contraproducente avalancha de noticias.
La televisión chilena no solo debe esforzarse en mejorar su calidad informativa (cuestión centrada en la objetividad y precisión para informar los hechos) sino que esta industria se pueda convertir en una real alternativa de distracción para la ciudadanía, lo cual es muy necesaria en estos duros momentos.
Solo es cosa de creatividad y ganas, y así todos salimos ganando.