Siempre que desde esta humilde tribuna vociferamos sobre la necesidad de un mejor contenido para nuestra pantalla, en la forma de un o una artista de primer nivel, el desarrollo de series o el alza sostenida en el porcentaje de producción nacional en cada canal, siempre nos responden lo mismo: “¿Con qué plata?”.
Todos los días nos dicen que una iniciativa tiene dos elementos importantes: El que pone la idea y el que pone las lucas. Y en la televisión nacional están los que ponen ideas, pero quienes tienen el dinero para echarlo a andar les pegan el portazo y se dedican a, lisa y llanamente, despilfarrar.
Y, ¿con qué plata? ¿Será con la misma que invirtieron en “Mundos Opuestos”, el reality de Canal 13 que incluso causó que programas como “Atrapa los millones” y la serie “Vida por vida” terminaran programándose a las tantas de la noche?
¿Con qué plata? ¿Será con la que se dedicaron a enriquecer, por ejemplo, a Nicole Moreno? Hace varias semanas, en uno de los momentos altos de mi programa radial, “deconstruimos” (porque últimamente está bastante de moda este término) una nota de parte del fenecido programa “Alfombra Roja”, en su etapa farandulera, en la que destacaban como gran logro… su victoria en una irrelevante competencia de reina de una feria de transportes. Estamos hablando de 2011, quizás el climax de la etapa más oscura de nuestra pequeña pantalla.
¿Con qué plata? ¿Será con la que trajeron a Chile a personas tóxicas para participar en los ya citados reality shows? La modelo argentina Eugenia Lemos vino acá solo porque en Argentina hizo “bodyshaming” a una modelo chilena. Ya hablamos del caso de Oriana Marzoli cuyas peleas de connotación racista vienen en consonancia con su militancia afin a VOX, el partido de la ultraderecha española. Claro, buscan que la gente vea los encierros pero… ¿Qué queda con la salud mental tanto de quienes participan en esos espacios como de la gente que los sigue? ¿Y si terminan imitando esos comportamientos en su diario vivir?
¿Con qué plata? ¿Será con la que se tomaron muy “en serio” la fracasada incursión en el canto de Kenita Larraín? En todos los canales la llamaban como promesa, hicieron flashmobs y hasta el matinal del canal público manejado por un ex director de la empresa minera tuvo el “toupé” de llamarla como “hit del momento” cuando ni siquiera las radios la tocaban, solo la industria televisiva nacional le dio la relevancia que realmente no merecía, habiendo muchos cantantes “de aquí y del mundo” que debieron tener más atención.
¿Con qué plata? ¿Será con la que realizaron espacios demasiado caros, con ingredientes faranduleros pero que terminaron siendo sonados fracasos? Hablo de “Las Argandoñas”, “Resistiré” y parece que “Bailando por un sueño” también va por ahi…
¿Con qué plata? ¿Será con la que usaron para pagarle millones a ciertos rostros como Raquel Argandoña y Patricia Maldonado por hacer sencillamene nada? Hubo un tiempo en que la primera se la pasaba más haciendo viajes que en la antena del matinal, y la segunda está congelada pero, hasta donde nosotros sabemos, sigue recibiendo su sueldo en Mega.
¿Con qué plata? Pues… ¡Con qué cara!