Esta mañana la periodista Monserrat Álvarez volvió a sus funciones en el matinal de Chilevisión “Contigo en la mañana”, luego de cumplir con su cuarentena obligatoria debido a su positivo de COVID-19 tras la visita de otro contagiado como lo fue el senador RN Manuel José Ossandón.
La conductora dio su testimonio de como tuvo que enfrentar este complicado momento para su carrera y su vida junto a Jean Philippe Cretton, en unas cuñas recogidas por El Desconcierto: “Tuve la suerte de ser del grupo de asintomáticos y estuve bastante bien. Sólo sentí cansancio y dificultad respiratoria, pero logré superarlo. Mis hijos me llevaban la comida a la puerta de mi pieza y se iban antes que la fuese a recoger”.
La reflexión más dura también tuvo lugar en su alocución: “Armé una especie de campamento en mi pieza. Cuando tenía mucha loza sucia, tenía que juntarla, echarle cloro y dejarla afuera de mi pieza para que mis hijos la fueran a recoger y lavar. Durante estos 14 días, lo único que pensaba, era en las personas que no tienen las comodidades que tuve yo con una pieza y un baño para mí sola. Viví muy privilegiada”.
Sumado a ello, agregó que “a este bicho nadie lo entiende. Ahora, que soy negativa y ya superé todo, debo tener los mismos cuidados que cualquier persona, no tengo anticuerpos aún y me puedo infectar de nuevo. Debo andar con mascarillas, tener separación social, lavarme las manos, todo”.
Para finalizar, mencionó que “cuando me dieron el positivo se me vino el mundo encima porque siempre pensé que no tenía. Pensé en mi familia, mis hijos, mi pololo, con todos los que estuve cerca y me vino mucha angustia por ellos. La enfermera me exigió aislamiento apenas me contó para proteger a mis niños”.