Estaba analizando a los programas de turismo en diferentes etapas y su finalidad (tanto oculta como directa). Estos programas en un lapso de cuarenta años-y sin cambiar necesariamente sus elementos fundamentales-pasaron de ser programas que mostraban realidades que los chilenos nunca podrían conocer en su vida para pasar a ser actualmente en una especie de “vistazo previo” a lugares y culturas que un grupo creciente de chilenos podran conocer directamente (eso por lo menos hasta la pandemia, es muy probable que el turismo vuelva a ser un bien de lujo como era en el pasado, como tambien la crisis económica disminuirá las opciones de crédito barato).
La televisión no solo cumple el efecto de entretener, informar y educar a la sociedad, sino tambien presenta modelos de la sociedad que refleja su tiempo y su entorno, los anhelos, los deseos, los temores y por sobre todo, las aspiraciones.
Pasamos los primeros 15 años de nuestra industria con una televisión comprometida con los grandes cambios sociales y políticos que el país experimentaba, discusiones como las reformas universitaria y agraria tenían su espacio en programas propios, sociólogos y economistas, como los dirigentes políticos tenían tanta presencia como cantantes y humoristas. La televisión cumplió un papel fundamental en generar ciudadanos comprometidos de los cambios.
Todo cambia de golpe con el Golpe, la televisión permanece con una fuerte asociación al gobierno de turno (tal como en los dos gobiernos anteriores) pero en vez de generar telespectadores concientizados, buscan generar potenciales consumidores de la nueva sociedad de mercado que nace. El fin de los aportes estatales a los canales universitarios y la implantación de un nuevo modelo económico genera una explosión de la publicidad en televisión (algo que en el periodo anterior estaba fuertemente controlada), los avisos toman mayor sofisticación y apelan a status de vida inalcanzables para la gran mayoría, algunos avisos de Pisco Control de mediados de los ochenta lo grafican claramente; piscinas sofisticadas, galerías de arte, rostros perfectos, cuerpos tonificados, rostros caucásicos. A diferencia del papel de la publicidad estadounidense de los cincuenta y sesenta, en donde el consumo masivo era una realidad, la publicidad chilena más que convencer pretende generar en los chilenos una sensación de vivir en niveles superiores de vida, donde la pobreza se empinaba casi al 40% de la población era imposible para muchos el tener un auto, ir de vacaciones a Europa o incluso comprar ropa masivamente. Algunos contenidos televisivos tambien forman parte de este mundo de generación de una realidad trastocada, Martes 13, el principal estelar de Canal 13 buscaba traer en las pantallas los grandes espectáculos de Broadway, el West End de Londres e incluso la vecina Avenida Corrientes, ante la imposibilidad material de que muchos chilenos pudiesen asistir a estos grandes espectáculos, la televisión, para muchos la única conexión que tenían los chilenos con el mundo, era el instrumento que los acercaba.
Nos hemos preguntado mucho en este portal sobre la crisis de la televisión, tal vez una de las razones no haya sido solamente la decisión de malos ejecutivos y el aumento de la oferta en servicios de entretención, tambien es porque la televisión perdió un relato, ante la democratización del consumo en los noventa y dosmiles, la sociedad que inventaba una realidad paralela a traves de los moldes de la tele desaparecieron, ahora somos podemos acceder a los bienes y servicios que tanto placer nos hacía generar el ver televisión, los artistas que venían exclusivamente a la pantalla chica constantemente llenan estadios en este país, y los escenarios de casas bien alhajadas están-mediante el credito-más al alcance de las personas.
Entonces la televisión perdió parte de lo que pretendía ser.
La crisis social, política y económica que vivimos (no solo en Chile, sino en el mundo) tal vez genere un nuevo paradigma, la televisión podría recuperar el papel de formadora de una ciudadanía crítica y protagonista de los cambios, pero la carestía podría generar que el medio pueda volver a ser un instrumento que evada una vida llena de tristezas y escasez como lo cumplió en los difíciles años ochentas o simplemente tendrá el papel de acompañamiento familiar del cual siempre ha querido ser. No sabemos cual será el papel que tomará el medio en este nuevo panorama, solo se que la televisión debe experimentar una transformación necesaria.