El lunes se restrenó A esta hora se improvisa, el clasico programa de Canal 13 revivido para las especiales circunstancias que vivimos y aunque su sintonía no fue buena (incluso Mentiras Verdaderas de La Red lo empató) si tuvo una importante repercusión en redes sociales, y es ahí donde quiero partir.
No pocos tuiteros ya preconizaban calificativos al programa desde antes de su exhibición, desde aquellos que pedían “buses de alejamiento” hasta los que pensaban que el programa iba a ser un espacio de relaciones públicas, el problema es que ni siquiera el programa era puesto al aire para entregar algun tipo de diagnóstico y ya recibía amplias criticas ¿que nos pasa?
Si hubo gente que vio y reaccionó despues de exhibido el programa, que era demasiado lento, que el problema de haber sido televisado in extenso en blanco y negro, de la ya permanente presencia de integrantes de Libertad y Desarrollo en los foros de Canal 13, o de que la temática era elitista (la intolerancia). Si bien hubo harta crítica al programa, esta por lo menos se hizo luego de ver y analizar el programa, y aunque persiste la mala fe en muchos televidentes, por lo menos se hizo el debate ya con el producto estrenado.
Pero no solo desde un sector ideológico provienen los prejuicios. Esta semana La Red anunció el estreno de Pauta Libre, espacio de actualidad integrado por Mónica Gonzalez, Mirna Schindler, Alejandra Matus y José Antonio Neme, todos periodistas críticos y alejados del establishment del periodismo en televisión. Sin siquiera ser estrenado muchos criticaron la composición del espacio y practicamente han “censurado” que un programa de actualidad esté centrado en ciertos ejes ideológicos, quebrando el “binominalismo” siempre presente en estos espacios. Incluso a mi me cuesta ver un programa “camiseteada” con ciertas ideas, nos hemos acostumbrado a debates televisivos con varios puntos de vista divergentes, pero esto no debería constituír algo malo, sino por el contrario, esto pasa a ser una verdadera alternativa para mucha gente que no se identificaba con algun espacio televisivo y ahora se sienten representados, y eso es necesario en la actual televisión, criticada constantemente por una supuesta falta de pluralidad.
Para concluír, me preocupa esta sensación de prejuicios hacia ciertos espacios televisivos sin siquiera ser analizados con profundidad, pero me preocupa aun más que la gente se quede más que informarse y navegar por varias fuentes de información, quedarse en sus preferencias ideológicas, esto más que facultar el sano debate de ideas, genera una rara sensación de barras bravas fanatizadas que no aportan en nada en la profundización democrática que el país espera, sino que por el contrario, aumenta el temor de muchos en querer participar en debates donde los que vociferan más fuerte terminan ganando. Y eso es algo que por lo menos no queremos.