La muerte de Nissim Sharim (1932-2020) me motiva escribir esta columna, si bien Sharim fue uno de los actores más importantes del teatro chileno y tuvo participación en uno de los espacios humorísticos cumbres de nuestra pantalla (La Manivela), tal vez su rol más recordado será el de haber protagonizado un famoso spot televisivo.
Y es verdad, Sharim, a pesar de su importancia en las tablas, no tuvo una gran figuración en televisión en las últimas decadas, si la tuvo entre los sesenta y setenta con el espacio creado por la compañía Ictus y los proyectos que se hicieron despues (La Manivela 90 y Ríete.com) no tuvieron el éxito esperado, por lo tanto, para la mayoría de los chilenos el papel cumbre de Sharim era de un sencillo hombre que buscaba a su novia (Delfina Guzman) en bicicleta mientras todo el mundo (y la propia novia, Ismenia) le decían, “¡comprate un auto, Perico!”.
Ya han pasado cuarenta años desde que el spot del Banco de Santiago (hoy Banco Santander) se exhibió por primera vez y aun sigue estando en la memorabilia de los chilenos, el éxito de un aviso publicitario se mide escencialmente por la recordación, y este comercial lo tiene de sobra, pasaron décadas y la pareja Guzman-Sharim (pareja en las tablas, no así en la vida real, pero la fantasía pública no decía lo mismo) continuaron protagonizando revivals del aviso de 1980, con similar éxito. Hoy, al recordar a Nissim Sharim quizas la gran mayoría recordará a ese notable mensaje antes que otra pieza del actor.
Algo similar pasa con Luis Alarcón, otro gran valor de las tablas chilenas, pero con una mayor figuración en la pantalla chica, ha encarnado entrañables personajes como el villano Betancourt en La Represa (TVN, 1984) o a Chamorro en La Fiera (TVN, 1999) y una decena de participaciones en ficciones televisivas, pero a pesar de su bien ganada posición tambien será recordado por haber protagonizado por un comercial: el del indio de los neumáticos Firestone (1985), que al igual que del de “Perico” ha sido reversionado varias veces, para varias marcas, incluso coprotagonizandolo con Gary Medel.
Y la lista sigue, hay muchos rostros que se les asocia tanto a su presencia en televisión como por sus figuraciones en avisos publicitarios icónicos; Elvira Cristi emulando a una mulata en un spot de las galletas Negrita de Hucke (1993), Angela Prieto por ser parte de las “Chicas 123” de Entel (2003) o por su parte cantantes como Alberto Plaza que es altamente recordado por haber cantado el histórico jingle de los vinos Clos de Pirque (1988) o de la pizzería La Pizza Nostra.
Y esto no es exclusivo de Chile, hablando de actores fallecido recientemente, en Argentina al recordarse la perdida del actor Hugo Arana, de gran figuración en su país tambien se le recordó por haber protagonizado uno de los comerciales más famosos de allende los Andes, hablamos del spot de vinos Crespi (1972).
Sin dudas que la publicidad tiene un valor enorme en la sociedad de consumo del cual estamos insertos, pero cuando ademas estos anuncios entregan mensajes potentes, emotivos o innovadores pueden hacer la diferencia entre un mensaje que pase desapercibido a formar parte de la vida social de un país, en Brasil existe una frase llamada la “Ley de Gerson” debido a una frase del futbolista Gerson para los cigarrillos Vila Rica (1976) donde se refería a “tomar ventaja en todo” y que llegó a aludir a la capacidad de los políticos brasileños de conseguir todo sin mediar normas y reglas. Por eso es que la publicidad, a veces que se nota intrascendente o molestosa, puede pasar a ser un componente vital no solo en el poder de decisión al momento de escoger un bien o servicio, sino tienen la capacidad de crear relatos, hasta de realidades sociales ideales para ciertos grupos de personas…Y tambien refuerzan a actores que hacen de un aviso comercial en una de sus actuaciones más inolvidables, suena mal (porque se antepone a sus trayectorias), pero es cierto. La televisión y la publicidad penetran, y mucho.