Si usted, como nosotros, ha acudido a la plataforma de actas del Consejo Nacional de Televisión, se habrá dado cuenta de que el organismo ha estado condenando enérgicamente a través de multazos los malos contenidos de la industria televisiva chilena. Sin ir más lejos, en las últimas dos semanas, Mega ha sido condenada a pagar 150 UTM y Canal 13 por su parte recibió una pena de 200 UTM, ambas por sus coberturas del COVID-19 en distintas épocas, principalmente en abril de este año.
En el caso de Mega, por la aparición del Pastor Soto en “Mucho Gusto” atacando al panelista doctor del espacio y negando la pandemia, y por parte de ambas televisoras, por la cobertura del brote de COVID-19 en un cité de haitianos en Quilicura en el mismo espacio del canal de Bethia, asi como también en “Bienvenidos” y “T13 Central” del excanal católico.
Estas noticias vienen de la mano con las cifras récord de denuncias que el CNTV ha recibido, las cuales, en octubre de este año han alcanzado la cifra de 9.554 quejas tramitadas. Solo en octubre se contabilizaron 480 contra 334 de igual fecha durante el año pasado. Pareciera que mientras baja cada vez más la sintonía, suben las imputaciones sobre lo mala y tóxica que se ha vuelto nuestra pequeña pantalla.
En este portal compartimos la preocupación de quienes objetan lo que se exhibe, lo que además habla de lo empoderada que es la sociedad hoy en día cuando un contenido no es de agrado. Y no solamente condena con las consabidas denuncias, sino que también a través de la sintonía, causando la baja en audiencias de Canal 13 quedando hoy en cuarto lugar, mientras que Mega cada día pierde más y más puntos en favor de Chilevisión y TVN, que mejoran cada mes sus marcas.
Por lo mismo, creemos que es pertinente que la presidenta del organismo, Catalina Parot, actúe ya para concientizar a los mandamases de los canales para mejorar los contenidos que se emiten en la televisión abierta. La encargada del ente rector que vela por la calidad de la industria debe ya llamar a una reunión extraordinaria con los mismos ejecutivos para manifestar su preocupación por las críticas, las denuncias y las multas que se aplican, que a la vez es la nuestra y quizás es la suya. Que haya una sesión con ellos en la que, además, se haga un compromiso mancomunado para que los contenidos se mejoren de cara al próximo año, que se aminoren los espacios violentos y tóxicos que este 2020 hicieron noticia de mala manera, que los mismos directores hagan una necesaria autocrítica respecto a su mismo rol y se comprometan de corazón a subir el nivel cultural de la pantalla de libre recepción.
Pero que Parot actúe ahora, antes que la cosa siga empeorando.