Y finalmente, llegó el momento.
El Ministerio de Salud anunció el pasado jueves que a partir del próximo miércoles 3 de febrero inicia la vacunación masiva contra el Coronavirus. El gobierno estima que finalizando el año, el país pueda alcanzar la llamada inmunidad de rebaño y así se pueda derrotar al virus.
Es una noticia positiva, sin lugar a dudas, pero eso nos hace llevar una misión bastante importante, como convencer a la población para que se vacune. Es algo que a buenas a primeras parece fácil, pero nos hemos dado cuenta que actualmente es complicado, hay varios factores que así lo demuestran.
El primero es la credibilidad que ostenta el actual gobierno, que sin dudas es baja y que en sectores no menores del país, llega a niveles de nula legitimidad a la actual administración. Esto también ha llegado al ítem referente al control de la pandemia, si bien este gobierno no fue parte de las administraciones que hicieron caso omiso al Coronavirus, su actuación en diversos puntos ha sido cuestionada, sin dudas que hay sectores que ha criticado cada una de las medidas del gobierno casi de manera a priori, lo que nos hace preguntar que tan efectivo sería que el gobierno encabezara a través de sus autoridades la gran campaña de vacunación. Tampoco hemos percibido que la actual administración haya ocupado el espacio suficiente en los medios de comunicación para informar de los métodos de cuidado para esta pandemia, no decimos que el gobierno no lo ha hecho, pero si podemos decir que en comparación con otras gestiones gubernamentales (como ejemplo podemos nombrar a los gobiernos de la Concertación), enfrentando otras crisis incluso de menor envergadura, usó todos los medios posibles para llamar a la gente a prevenirse de las enfermedades más urgentes. La campaña debe ser profunda, ocupando elementos que vayan más allá de los medios convencionales, no solo porque hoy no existen solamente los medios tradicionales, sino porque tenemos un gran adversario que ha convencido a no pocos que la vacuna no sirve, o que esta esto es un montaje.
Y es que cada día nos hemos sorprendido de las encuestas de opinión tanto en Chile como en el extranjero que han entregado cifras preocupantes sobre la disponibilidad de la población para vacunarse. Sin dudas que esto puede ser un factor relevante para alcanzar la necesaria inmunidad en la población. El nivel de convencimiento de muchos ha sido generado especialmente a través de información emanada por cadenas de redes sociales o videos divulgados en sitios de Internet, no hemos apreciado como estos materiales han alcanzado tanta convicción en importantes sectores de la población, por lo que significa un punto de atención importante en el momento de comunicar a la población sobre la vacuna, sus propiedades, sus eficacia, sus efectos y sobre todo, su veracidad.
Son esas las poderosas razones por las cuales obliga a todo el mundo vinculado a la medicina que deben afrontar una campaña única, sin precedentes. No es solo la acción única y excluyente del gobierno el que debe encabezar esta campaña, organizaciones que han tenido mayor credibilidad en entregar información durante la pandemia como el Colegio Médico y las universidades deben ser actores principales en la realización de la campaña, y esta efectivamente no solo debe ocupar el espectro de lo medios tradicionales de comunicación, sino también utilizar todos aquellos elementos capaces de convencer a la población, y aquí entra los actores quizás más necesarios para protagonizar esta campaña, nosotros mismos.
Quienes tenemos total convicción sobre la efectividad de la vacuna tenemos el deber de comunicar con razones a nuestros seres queridos, amigos, familiares, compañeros de trabajo sobre la necesidad de vacunar a la población, ya no basta los spots publicitarios y los afiches de antaño para alcanzar la credibilidad ciudadana. Somos nosotros los actores que podemos definir un “no” por un “si” en el momento de convencer a algún cercano para ir a vacunarse, sabemos de los efectos de cercanía que implica en la divulgación de información emanada por redes sociales, por lo que debemos utilizar a fondo estos instrumentos, para que podemos vencer rápido a la pandemia que nos afecta como humanidad entera.
Esta es la campaña comunicacional más grande de todos los tiempos, ya que los actores tradicionales no serán suficientes para convencer a altos porcentajes de la población, es hora de que la población civil entre en terreno para poder emprender una pequeña pero necesaria acción que dependerá la vida o la muerte de millones de personas, como nunca nuestra acción es necesaria.