En la edición de hoy de La Segunda figuró una entrevista con Patricio Hernández Pérez luego de renunciar a la dirección ejecutiva de Mega para asumir un cargo similar en el canal Latina de Perú. En la misma, critica a las redes sociales de la división del país y habla sobre la existencia de los medios tradicionales.
Respecto a su visión que tiene del país, el otrora mandamás de la televisora del Grupo Bethia confesó en el vespertino que “La clase política está en falta; su principal deuda está en todas las leyes que no se dictaron, los artículos que no estudiaron, todas las legislaciones que no supieron redactar y en las graves omisiones que dejaron instaladas… Por eso, todo lo bueno que teníamos como país se ha deteriorado. Son los políticos los responsables de la crisis sistémica que hoy vive el país”.
Asimismo, señala que la crisis por la que hoy atraviesan los medios se debe a la “inoperancia, la ausencia de una legislación inteligente, oportuna y útil. Estamos en una especie de funeral permanente de los medios; absolutamente desprotegidos ante la expansión de los grandes operadores digitales; cada vez que desaparece un diario, una revista, un sitio web se destruye la identidad nacional… Pero los políticos no entienden (dice molesto). Son ignorantes, ni siquiera tienen idea de cómo funciona un algoritmo. No han podido ver cómo los grandes operadores digitales eluden impuestos a través de la publicidad que venden; han pasado por alto el que hoy las redes digitales sean plataformas del delito sin asumir ninguna responsabilidad”.
También realizó una dura crítica hacia las redes sociales: “¿Vamos a dejar que las redes se transformen en la plataforma de la mentira, el engaño, el delito, el deterioro de la infancia, la destrucción valórica de la sociedad y seguir haciendo oídos sordos? El rol del legislador es mejorar el estándar. Además, pongámonos de acuerdo en que Twitter o Facebook no son plataformas neutras; cuando un algoritmo privilegia ciertos contenidos más que otros, está definiendo una línea editorial y afecta el estado de nuestra democracia”, afirmó Hernández.
“A través de esas plataformas los chilenos se relacionan con gente que piensa igual a ellos; sus cerebros son estimulados con todo aquello que coincide con sus puntos de vista, prejuicios y valores. Eso genera una atomización y polarización de la sociedad, y de esta forma lentamente todos hemos ido perdiendo libertad; conversan y se aplauden entre ellos y así se les va secando el cerebro. El nuevo colonialismo es digital; imponer una realidad única y global para todos los ciudadanos del mundo”, agregó. Además ponderó que los medios tradicionales “son los únicos que pueden lograr comunidad y sentido de país; es ahí donde la gente se encuentra. En cambio las rrss dividen. El parlamento australiano entendió esto y hoy protege a sus medios locales. Cuando por fin nuestros políticos se den cuenta que una persona en Sillicon Valley manipula un algoritmo que determina el estado mental, sicológico y el nivel de desinformación no sólo de Chile, sino que de países enteros, ya será demasiado tarde”.