“Demente” fracasó en su primera semana. La novela nocturna de Mega no ha conseguido el rating esperado en sus capítulos iniciales y ha quedado relegado a un tercer lugar.
Hay muchos análisis al respecto, desde la presencia de Paz Bascuñán vinculándola con su defensa y encubrimiento a los abusos de Nicolás López (el malo, el cineasta), la de Benjamín Vicuña y su por todos conocida venalidad, o la de los escasos dotes actorales de Gonzalo Valenzuela.
Sin embargo, la que más se repite es la de un supuesto “mal timing” del canal del Grupo Bethia, la cual se vincula con la ola de violencia que está ocurriendo en el país, principalmente en sectores vulnerables de Santiago Centro y del cual ya dan cuenta matinales, noticieros y franjeados como “La tarde con Hola Chile” y “Contigo en directo”.
No cabe duda que Chile está pasando por un periodo difícil en cuanto a convivencia social: A la consabida crispación de Twitter se suma un estado en el que la delincuencia gobierna en algunas comunas de la capital, a tal punto que subieron los índices de delitos a causa y efecto de la ola de asesinatos que han ocurrido últimamente, siendo sus caras más visibles no solo el bullado caso de Tomás Bravo, sino que el de Itan y Tamara (niños asesinados durante encerronas) y el último de ellos, un femicidio en plena vía pública en Puente Alto.
Sin restar la gravedad de los hechos, los cuales pone una vez más a contrapeso la (in)acción del Gobierno de Chile respecto al bien de los habitantes de esta larga y angosta faja de tierra, con la violencia a la orden del día con la delincuencia que derechamente creció durante la pandemia -porque se sabe que la “necesidad” tiene cara de hereje- que ya podemos ver en los titulares de diarios y en notas en informativos… ¿Estarán los ánimos para ver programas o telenovelas con altas dosis de violencia, más allá de que se emita en un horario para adultos?
El primer aviso sin duda fue el escuálido resultado del reality show “Resistiré” cuyas altas dosis de contenido violento y denigrante contra las mujeres no sedujo ni a la audiencia ni a los avisadores, siendo uno de los teleencierros menos vistos de Mega desde que comenzó la “nueva etapa”. Ahora se repite la historia con “Demente” con la agravante de que ahora hay un competidor poderoso llamado Chilevisión que comenzó a liderar la mañana y ahora hace lo propio con la noche, al menos de domingo a jueves y los sábados dependiendo de quién sea el comenzal de “La divina comida”.
¿Cuál será el mensaje que da la teleaudiencia? ¿Acaso es el de que la gente ya no quiere más dosis altas de violencia ni contenido denso en televisión abierta? ¿Se tomará la señal de que el lider sea “Yo soy” y que “Got Talent Chile”, que se emite en el mismo canal de “Demente”, tenga un promedio mayor que el de la producción nocturna? Más claro, échale agua.