Los medios de comunicación siempre han protagonizado un hito fundamental para consolidarse dentro del círculo de influencias sociales, si en en Chile la radio se consolidó gracias al terremoto de 1939 y la televisión a través del Mundial de Fútbol de 1962, el podcast tiene su momento de consolidación gracias a la pandemia. Lo que era un fenómeno proveniente de países desarrollados, con el COVID-19 este tipo de programas encontró un espacio propio en el mercado chileno.
El podcast se hizo un fenómeno gracias a la pandemia en Chile, si hasta hace algún tiempo era prácticamente imposible realizar proyectos radiales sin un importante equipo técnico y presupuestario, hoy se encontró la alternativa para muchos comunicadores incapacitados para ingresar al mundo de la radio y con la facilidad de aplicaciones disponibles en internet, hoy es fácilmente realizable este tipo de proyectos, no es difícil encontrar dentro de círculos de amistades la inquietud y la motivación para realizar estos programas. Sin dudas que el podcast se ha transformado también en un pasatiempo para muchas personas aburridas del encierro forzado y a la misma vez, un canal para expresar sus gustos e intereses a otras personas, así también se abren interesantes comunidades y se forjan relaciones de amistad. Es una interesante sinergia.
Pero el podcast no se ha limitado solo a un círculo de personas aficionadas a las comunicaciones y dedicadas a nichos limitados, el podcast ha llegado a ser probado por importantes rostros de la radiodifusión chilena. Así importantes locutores como Paula Molina, Sebastián Esnaola o Felipe Bianchi han encabezado proyectos a través de esta plataforma, independiente de sus espacios radiales formales, muchos de estos han gozado de un interesante éxito, sumado a la independencia de contenidos y de la estructura de un espacio con tiempo limitado, como son los programas radiales franjeados, muchos de los programas de podcast no tienen necesariamente una duración definida y se extienden según la motivación existente en el espacio.
Si bien el podcast durante este año ha gozado de éxito, no había experimentado un momento “estelar”, un momento que llamase la atención pública y así tomar un camino de influencia aún mayor, y recién la semana pasada esto se consiguió. El espacio La Cosa Nostra, conducido por Mirko Macari (otra figura gravitante en radio), Alberto Mayol y Darío Quiroga tuvo como invitada a la presidenta del Colegio Médico, doctora Izkia Siches, aquí la líder gremial, con una franqueza difícil de expresar en medios de comunicación tradicionales, esgrimió fuertes críticas al gobierno por su plan de acción en tiempos de pandemia. El episodio de la doctora Siches no solo provocó grandes reacciones públicas, sino puso en el tapete a un espacio que iba en desarrollo y encontró en este episodio en específico la consolidación pública de este tipo de emprendimientos, lo que asegura un desarrollo aún más promisorio.
Como todo adelanto tecnológico este avance deja damnificados, y en este caso es la radio tradicional, medio que antes de la pandemia no había sufrido la crisis de los medios tradicionales, pero debido a la falta de inversión publicitaria y la segmentación surgida a través del podcast, se ha visto enfrentada en un alza de despidos, lo que redunda en una falta de capital humano que se hace sentir en un medio que implica sobre todo la compañía con el público. Si bien hay varias radioemisoras que divulgan su programación a través de las plataformas de podcast (e incluso generan contenido propio) aún no vemos cuál va a ser la respuesta general de la centenaria industria para superar este escollo que nuevamente modificará a un medio de comunicación que tuvo que adaptarse para no morir en el camino.