Seamos sinceros: Acá en Chile, y principalmente desde el mundo de las marcas y estrategias comerciales, existe una concepción absolutamente mal concebida de lo que son los “influencers”. El papelón de Cata Vallejos diciendo que no se va a vacunar porque “siento que puedo defenderme yo misma, mis defensas son muy fuertes” así lo demuestran. Puedes tener muchos seguidores, bastante llegada en ese reducto del neofarandulismo llamado Instagram, sin embargo eso no sirve de nada si no tienes una adecuada calidad humana.
Pero así como lo de la exchica Yingo es repudiable, también podemos hablar de la otra forma de influir, lo que acá vamos a bautizar como el “modelo AOC”. No, no vamos a hablar de televisores, sino que de la congresista norteamericana Alexandra Ocasio-Cortez, una de las parlamentarias más jóvenes en ingresar al Capitolio y que, con una cantidad importante de seguidores, ha conseguido por ejemplo movilizar a celebridades y personas jovenes comunes y silvestres. Durante el año pasado cuando fueron las protestas en memoria de George Floyd, llamando a votar para despedir a Donald Trump y ahora promoviendo las vacunaciones que están haciendo que el país del norte sea el que más rápido vaya a salir del COVID-19. Obvio, llegó un gobierno que sí se lo tomó en serio.

Demás está decir que en el territorio yankee muchos “influencers”, entre ellos cantantes y actrices jovenes de un brillante desempeño y trayectoria, han promovido las manifestaciones contra el exinquilino de la Casa Blanca, incluso transmitiendo en directo a través de sus redes sociales la represión policial. Si hasta la misma Kim Kardashian, que pertenece al lado oscuro del showbusiness norteamericano, se ha posicionado contra el señor de color naranjo.
¿Quienes siguen el “modelo AOC” en este pasillo de país? Si hablamos netamente de política, en la pasada elección muchos candidatos siguen ese paradigma copiando incluso el diseño de su campaña electoral. Sin embargo, al igual que la neoyorkina, han logrado mover a sus seguidores ya sea en favor de las manifestaciones o en contra del mandatario en funciones, como difundiendo obras de bien común. Y no solo nos referimos a políticos que tienen o bordean la misma edad de Alexandra, sino que de rostros televisivos y cantantes que han seguido sus lineamientos al pie de la letra.
Hablamos de políticos como Macarena Ripamonti, Irací Hassler, Emilia Ríos, Carla Amtmann, Karol Cariola, Camila Vallejo, Maite Orsini y Karina Oliva; cantantes como Denise Rosenthal, Princesa Alba, Javiera Mena y Fran Valenzuela; rostros televisivos como Monserrat Torrent, la movilera de “Mucho Gusto” Tania Mardones, Carola Escobar, etc. Y dentro de ese espectro de “influencers” tenemos a personas que, a diferencia de Cata Vallejos, si han tenido conciencia y han buscado promover el bienestar de país de diferentes formas, como es el caso de las ex “Rojo” Geraldine Muñoz, Jazz Torres y Millaray Aisha. Todas ellas personas que bordean los veinte y treinta años, que no tienen nada que envidiarle en belleza a la integrante de programas juveniles pero que, en cuanto a talento, sentido común y calidad humana la masacran sin apelación ni derecho a alegato.
En definitiva, Alexandra Ocasio-Cortez se volvió en una exitosa referencia para todo joven que quiera llegar a un cargo importante ocupando buenos elementos, que son los que terminan teniendo éxito. Hay una via láctea de diferencia entre sus salieris y Cata Vallejos. Pero claro, mientras la última tiene todo un espectro de medios profarándula a su favor -y gente que siempre le va a perdonar todo, entre ellos marcas bastante poderosas que la financian-, quienes siguen el “modelo AOC” tienen mucha más humanidad. Como para meditar sobre el Chile que viene.