Estamos en el que es, quizás, el año televisivo más político desde 1989. Cada vez que aparece en YouTube una nueva tanda de ese año se demuestra lo importante que fue, para la industria de aquel entonces, identificar a un país que se preparaba para salir de la dictadura. Así lo demuestran los programas políticos o de actualidad que salieron al aire durante toda la alta temporada.
Teníamos a un TVN que daba minúsculas señales de apertura en una pantalla damnificada por la quiebra y la baja de credibilidad: “La hora de…”, “A domicilio” (sacado del aire luego de una entrevista a Patricio Aylwin que no les gustó a las autoridades de la época, causando la salida de Patricia Guzmán, directora de prensa durante aquel año), “Encuéntrese con…”, “Semana a semana” (el último programa que hizo Jorge Rencoret en un paso poco feliz por el 7), “Cámara alta” y “Cámara baja” eran sus caballitos de batalla. Si, seis programas de actualidad.
A ellos se les sumó Canal 11 con “En directo”, “Ruta a diciembre”, la segunda temporada de “La cámara de los comunes” e “Y las últimas notas”, versión televisiva del clásico espacio político de Germán Gamonal (QEPD). Asimismo, UCV Televisión tuvo en antena “Derecho a respuesta”, “Los meses decisivos” y “Congreso Nacional, usted decide”. Por otro lado, el 13 le puso el corazón y encargaron a Gonzalo Bertrán un ciclo de debates televisados llamado “Decisión ’89” conducido por Hernán Precht, agregando en horario prime la repetición de la emisión de los viernes de “Almorzando en el 13” que también tuvo encuentros entre los personeros de la época. Quince programas de opinión o debate en total.
32 años después, el espíritu democrático de la TV chilena es el mismo, con pandemia y todo: “El país que queremos”, “Semana 24, Chile Elige” y “Estado nacional” en TVN, “Tolerancia Cero” y “Aquí se debate” en CNN Chile, “Mesa Central Domingo” en Canal 13 y “Pauta Libre” en La Red. Sumemos los matinales que han estado virando a la actualidad y magazines como “La tarde con Hola Chile” y “Contigo en directo” que tomaron la misma dirección. 13 programas, sin contar los noticieros, que están reflejando la brisa que se ha comenzado a sentir desde octubre de 2019.
Tal como hemos dicho en reiteradas ocasiones, no se producen cambios de la noche a la mañana sin embargo, y pese a que en un principio costó, la pequeña pantalla está mimetizándose con el nuevo Chile.
En el año 2008, la victoria de Barack Obama provocó un gradual pero enriquecedor nuevo modelo en la televisión estadounidense tras una segunda ola conservadora producida tras los atentados del 11-S: Se dejó de caricaturizar a los LGBTQ y en vez de mencionarlos como minorías, hoy son tratados como comunidades hasta nuestros días; se cuestionó duramente la discriminación racial que, siendo justos, aún persiste en Estados Unidos; a los machitos se les desterró de la pantalla sin miramiento alguno y las mujeres ocuparon altos puestos y vitrina como artistas.
Pero claro, para ello tuvo que llegar una crisis económica gigante: Pasó en aquel tiempo con la llamada “Crisis Sub-prime”. En nuestro Chile, el estallido social, la crisis política y económica y el Coronavirus obligaron a replantear muchas cosas, y si bien la actitud televisiva ha sido de temor al comenzar, finalmente se tomó el peso al momento histórico que vivimos como habitantes de un país golpeado por todos lados y que demanda nuevos líderes que hagan con responsabilidad y sentido común el cargo para el que fueron escogidos. De todas maneras, se viene un gran momento y esperamos que la pequeña pantalla esté a la altura.