¿Es que nadie lo vio venir? Esa pregunta parece reiterativa, a menos desde octubre de 2019, cuando dicha expresión se usaba una y otra vez en medio de la crisis política y social que vive Chile, de la cual todavía no se sale. Desde distintos medios de comunicación se preguntaron cómo fue que el llamado “oasis” del cual el mandatario en funciones hablaba con orgullo en las ruedas de prensa terminó convertido en un polvorín que hirió en los más profundos orgullos.
Y es que la televisión local mucha responsabilidad tiene que asumir ya que, usando el término mexicano de la “Telecracia”, intentaron construir a figuras públicas y a falsos mesías políticos que terminaron en la peor de las situaciones. Sin embargo, y a raiz de los hechos conocidos en esta semana, vamos a detenernos en una figura en específico: La otrora alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga Guerra.
Desde el primer minuto en que se conoció su victoria en la alcaldía de una de las comunas más pobladas de Chile que matinales y programas de farándula quisieron subirse al “carro dorado de la victoria”. Claro, porque en su gestión hasta pintó de oro un vehículo municipal. Al día siguiente de su triunfo en la terrible municipal de 2016, habló para diversos medios. Uno de ellos fue “Intrusos”, en donde habló mediante contacto telefónico con la hoy concejala de Ñuñoa, Alejandra Valle.
Sumado a ello, en el segundo día de resaca electoral, el matinal de Chilevisión (que vamos, aún Julio César era parte del lado oscuro) mandó a un móvil afuera de la casa donde residía entonces y el movilero Pancho Sanfurgo la acompañó a la feria para recibir en primera persona el cariño de la gente.
Otro programa de la cadena de Quilín, “Mujeres Primero”, la definió como “la mujer del momento” destacando con letras de liquidación su rol como Consejera Regional y su rol como fundadora de una agrupación de madres solteras. La narradora decía que su carrera política “no estuvo exenta de polémicas… y no me refiero a casos de corrupción”. Frase que después de cuatro años y algunos meses envejeció muy mal.
El día en que tomó protesta, “Bienvenidos” tuvo un enlace en directo con Barriga y su familia adportas de la ceremonia con una musicalización casi de gala -los mismos que, como reprochamos en su minuto, no aparecieron cuando asumieron los ediles del cambio en junio pasado-, tiempo después serían los principales difusores de sus actividades, incluida el cuestionado “Maipeluza”. Del mismo modo, los espacios faranduleros “SQP” y “Primer Plano” hicieron rimbombantes notas sobre sus primeros meses, incluyendo su “primera navidad como alcaldesa”.
El espacio del mediodía del 11.1 exhibió la ceremonia musicalizada con “Viva la vida” de Coldplay. Incluso el fenecido programa farandulero mostró una fiesta de fin de año en la que ella participó de un armado de una casita de genjibre.
El matinal de TVN, entonces llamado “Muy buenos días”, transmitió en directo un anuncio en donde anunciaba que SMAPA ayudaría a las comunas santiaguinas sin suministro de agua. En otro pasaje del tristemente recordado envío del canal estatal hablaron de su romántica historia de amor con Joaquín Lavín León, quien en estos días su labor como diputado ha estado en entredicho por sus sucesivas inasistencias a las sesiones.
Hablabamos en otro pasaje de este reportaje que el matutino de Canal 13 fue el principal impulsor de las actividades oficiales que armaba Barriga: Desde una fiesta del Día de los Enamorados hasta una encuesta que la posicionaba como la figura política femenina mejor evaluada.
Pero en eso, estallido y pandemia llegaron acompañados y el COVID-19 evidenció lo frágiles que eran algunos municipios, siendo Maipú uno de ellos. La relación de amor entre los matinales y Cathy se acabó abruptamente cuando un reportaje de “Mucho Gusto” realizado por Paulina de Allende-Salazar reveló diversos gastos irregulares en su mandato, incluyendo horas extras ilícitas, basandose en informes de la misma Contraloría que siempre la reprochó por vender su imagen y a la que nunca acató.
Fue tal el caudillismo que un móvil del mismo espacio unos días después, en el que una señora igualmente denunciaba que una funcionaria de la exmandataria le había amenazado con violencia en el edificio de la Municipalidad, fue interrumpido por un grupo de adherentes lo que causó la bravía defensa de la periodista a cargo del despacho, Tania Mardones.
Son muchos los cuestionamientos que el ahora alcalde de la comuna, Tomás Vodanovic, más un grupo de concejales han sacado a la luz pública. Desde las bodegas con inservibles peluches de Renacín y “Smapino”, hasta el millonario déficit fiscal de 43 mil millones de pesos, sumado a la reciente revelación de que habían almacenados varios test rapidos de COVID que en la actualidad estaban vencidos. En consecuencia, no habría dinero para pagar sueldos desde septiembre.
Si hay algo bueno que dejó esta crisis nacional es el revisionismo a cómo se posicionan a figuras políticas desde distintos sectores de la televisión. Lo que hicieron a comienzos de los dosmiles con Raquel Argandoña cuando fue alcaldesa de Pelarco, sumado a la relación de amor con Virginia Reginato durante cada época de festival, y ahora los escándalos de Cathy Barriga, han causado que se ponga cada día más a contrapeso la llamada “teletiranía”.
Un estilo de gobierno ligado a la farándula y muy apegado al caudillismo, con un estilo de “política del espectáculo” muy similar al de otros gobernantes como el resonante caso de Abdalá Bucaram en Ecuador, cuya pintoresca gestión acabó con una crisis económica seria en el país del Guayas. Felizmente el modelo confrontacional, televisivo y hasta popularesco de hacer política no tendrá lugar en el nuevo Chile.