El nuevo Chile demanda más y mejores contenidos, y puntualmente durante esta semana se vieron dos ejemplos que confirman nuestra tesis: Desde lo obsoleta que está la farándula dura que algunos quieren revivir por todos los medios, hasta la proyección de personas que buscan destacarse haciendo exclusivamente el bien. No el individual, sino que el común.
Las ubicadas: Julieta Martínez y Emilia Ríos en “Mentiras Verdaderas”
¡Qué diferencia hay entre el La Red de hace diez años y el actual! Enderezaron a todos en este cambio editorial del canal de Avenida Quilín: Salfate, Julia Vial, hasta Guaguito Roldán que hasta hace poco comentaba sobre escándalos de la farándula hoy demuestra su sabiduría hablando de actualidad en un reconvertido “Así somos”. Sin embargo, en esta sección nos vamos a detener exclusivamente en lo que pasó en la emisión del pasado jueves, que fue un lujo de principio a fin.
Para empezar, tuvimos la ponencia de la encantadora Julieta Martínez, quien con solo 18 años y cursando cuarto medio ha podido posicionarse como una activista con todas las de la ley. Alguien que influye, pero en serio, no solamente recomendando marcas sino que manteniendo firmes convicciones en equidad de género y cambio climático. No por nada encantó desde a Hillary Clinton hasta Emmanuel Macron.
Y por otro lado, nos encontramos con una emotiva pero punzante entrevista a la actual edil de Ñuñoa, que terminó con una dinastía derechista de larga data, de los tiempos de la “eterna” gestión de Pedro Sabat y sus cuñas desafortunadas, la cual se prolongó con Andrés Zarhi. Comentó de todo: Desde los escandalosos sueldos de algunos funcionarios contratados por la gestión anterior, hasta sus motivaciones para ser una de las líderes políticas que van a dar que hablar en los próximos años.
Mención honrosa al equipo de “31 Minutos” que fue a hablar sobre su obra “Don Quijote”, porque la cultura siempre es necesaria, más aún en este nuevo Chile.
Los desubicados: Sergio Rojas y Daniel Fuenzalida
Los programas de farándula siempre han funcionado de la misma forma: Con amiguismos y enemiguismos. Si un rostro o personalidad pública le cae bien o mal a algún miembro de un espacio, en el mejor de los casos puedes ser aclamado hasta por la razón más inzulza, pero si te conviertes en enemigo público de ellos terminas sufriendo un escarnio de proporciones. Le pasó a varios: Camiroaga, Felipe Braun, Amaro Gomez-Pablos, la mayoría del mundo actoral (a excepción de Cata Pulido que se fue al lado oscuro para no volver más) y a tantos otros.
Y con amiguismos no solo nos referimos a “rostros amigos de”, sino que hasta dentro de esos mismos ciclos. Pasó con el “huevo” y el hombre de los comentarios antimujeres que tiene su vitrina inamovible porque… es amigo del conductor. Incluso el mismo otrora conductor de “Extra Jóvenes” lo señaló, cuando mencionó que varios ejecutivos le pidieron que sacara a Rojas de su panel porque despertaba rechazo en sus opiniones.
Después del show que se mandaron durante esta semana, en el que “Pity y Poty” casi se peleaban por una tontería (bueno, ¿alguna vez las broncas en ese mundo han sido por cosas tangibles?) como las defensas a los mismos rostros, queda claro que la “nueva farándula” es exactamente igual a la antigua. Por consiguiente, está obsoletísima con el país actual. Esto resultaba hace diez años, pero no hoy.
Si van a mantener los códigos de la antigua farándula, que mejor ni se molesten en intentar volver a la televisión y se mantengan en Instagram, que a estas alturas es el único espacio seguro que les va quedando.