Durante esta mañana se desarrolló el evento de lanzamiento de Viña Constituyente, una iniciativa impulsada por la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar en la que se acercó a los representantes del distrito 7 a la comunidad en un interesante conversatorio.
El encuentro tuvo lugar en la Quinta Vergara y contó con la presencia de la alcaldesa viñamarina Macarena Ripamonti y el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca. También hubo una mesa de debate que contó con los vicepresidentes de la Convención, Jaime Bassa y Tiare Aguilera; y la constituyente María José Oyarzún.
Precisamente en medio de este conversatorio hubo un interesante debate sobre los medios de comunicación y la forma en que están constituidas, además de la difusión de la información que ha sido bastante cuestionada desde el Estallido Social, e incluso antes.
Todo comenzó cuando Amaro, un niño de 12 años que vive en Valparaíso y que dijo que “cuando hubo el Estallido Social pasaron muchas cosas, y aunque pasaron hartas cosas buenas, igual cosas malas. Como el país que no contaba bien lo que pasaba. Como por ejemplo, cuando decían ‘oh, estos manifestantes han quemado los lugares, terroristas’, no, porque en otras partes dicen la verdad y solo dicen lo que quieren mostrar. Entonces mi pregunta es, ¿qué harán para que los noticieros y todas las partes no solo digan lo que les convienen y digan la verdad para todo el país?”.
La primera respuesta vino de parte de Oyarzún, quien enfatizó que hay que instalar la idea del derecho a la comunicación. “Todas y todos sabemos hoy en día quienes son los que están detrás de los grandes medios de prensa, es importante que los medios también pequeños e independientes puedan participar, sabemos que los grupos económicos van a intentar -no solo el 18 de octubre- imponer sus ideas a través de los medios”, declaró.
Además hizo un llamado a defender la labor de la Convención Constitucional, argumentando que “claramente va a venir una ola de desprestigio y en ese sentido tenemos que estar firmes, saber cómo informarnos y quienes efectivamente están intentando de que esto culmine de una muy buena forma y que tengamos una Nueva Constitución”.
Luego tomó la palabra Bassa, quien hizo memoria a la Ley de Prensa que se discutió durante los 90s, recordando que había un artículo que limitaba la concentración de la propiedad sobre los medios de comunicación, el cual fue declarado inconstitucional y, por consiguiente, no fue parte del trámite. En ese momento se argumentó que limitar la concentración de los medios “no era una garantía al derecho a la información y a la libertad de expresión, sino que era una limitación inaceptable porque se consideraba expropiatoria”.
“Esa lógica es la que hay que superar, no porque la propiedad no sea importante, es un derecho entre otros”, enfatizó.
Jaime señaló además que “Hoy día sabemos treinta años que la concentración de la propiedad sobre los medios de comunicación social altera las percepciones que los pueblos tienen acerca de lo que ocurre en la sociedad, y se instalan temas que no son importantes, que le importan a ciertos sectores”.
También hizo hincapié en la excesiva duración que hoy tienen los informativos centrales, que ha retrasado el prime a horarios indignos para el público chileno. “¿Por qué los noticieros hoy día duran una hora y 45 minutos? ¿Qué pasa? ¿Qué nos están metiendo en las familias a través de la tele? Efectivamente tenemos que poner ojo en la forma en la que se transmite la información, y especialmente en la forma en la que nosotros reaccionamos, porque ese probablemente es el mayor desafío”.
“Estamos hoy día en una era de espectacularización del conflicto político y social, todo es show. Y lo que hace es que genera emociones que son radicales. Porque no es el resultado de la reflexión frente a un acontecimiento político o social, es la emoción que te despierta el espectáculo, y eso hoy día está orquestado y jineteado desde los medios de comunicación porque hay concentración de la propiedad, que lo podríamos haber evitado en la década de los 90 y no estaríamos probablemente hablando de que no son treinta pesos, son treinta años”, cerró.
Finalmente, Aguilera destacó el rol que ha tenido la prensa independiente en los últimos años. “Hay cosas muy malas de la pandemia, pero lo positivo también quizás es poder educarse a través de estas plataformas, generar estas instancias y creatividad que se gatilla con el boom de las redes sociales y los medios independientes, que uno necesita muchos recursos para transmitir información”.
Esgrimió que “Muchas de las candidaturas de gente jóven, me atrevería a decir que fue gracias precisamente a llegar a estos segmentos de gente joven, que tiene una mirada totalmente distinta (…) Son estas nuevas generaciones que empiezan de alguna forma a introducir tecnología que es tan fundamental”.
“Estoy bastante esperanzada que también un segmento que va a introducir diarios independientes, periodistas independientes, opiniones distintas que no son las que predominan hoy día”.
Luego quiso dar testimonio de cómo ha tratado la prensa tradicional su rol como Constituyente, diciendo que ella ve la prensa tradicional “y uno que está dentro del proceso y que lo vive día a día dice ‘¡no, esto no fue así!’ ¿Cómo desmiento? Y a mí me ha pasado”.
“Ahora me pasó en este proceso que es de bastante exposición, y uno empieza a hacerse conocida a nivel país por el proceso en sí de leer cosas respecto a mí que son falsas, y uno dice ¡Y esto cómo! ¡Nadie me preguntó! ¡Nadie me llamó! Y no son diarios pequeños, sino que tienen amplia circulación a nivel país. Entonces uno empieza a darse cuenta de que hay un temor bastante infundado de que los cambios ocurran, y es cuando a uno le dan más ganas de ponerle todo el empeño para que esto sea exitoso”, cerró.