Habíamos dicho en reiteradísimas ocasiones que los cambios que la TV chilena va a ejecutar en esta época no van a salir de la noche a la mañana. Así como también tenemos claro que, en el intertanto, van a cometer muchísimos errores, como por ejemplo la nula posición firme condenando los hechos de xenofobia ocurridos hace algunas semanas en la ciudad de Iquique.
Sin embargo, así como han habido sinsabores, también hemos visto valiosos aciertos: El Desconcierto publicó una serie de reportajes, en sintonía con el escándalo político del momento que es la aparición de Piñera en los Pandora Papers, en donde se demostraba los contratos que selló la familia del mandatario en funciones con los Délano. Días después de revelado el mismo, el director del citado medio Sergio Jara aparecería en “Contigo en la mañana” de Chilevisión explicando las implicancias del magnate en esta cuestionada operación.
¿A quién se le habría ocurrido pensar, cuando apareció este sitio, que su director iba a salir en un medio a veces tan ingrato como la televisión abierta? Para empezar, la pequeña pantalla no podía hacer como que aquí no había pasado nada ya que este caso tenía incluso ribetes internacionales, por lo que su credibilidad podía verse una vez más sumamente dañada. Seguidamente, la coyuntura actual de país exige más visiones que estén alejadas de los tradicionales generadores de agenda. Sin ir más lejos, en Estados Unidos programas legendarios de análisis de actualidad como “Meet the Press” pueden contar libremente con representantes del New York Times o USA Today con sitios digitales como HuffPost, Político o Vox.
Lo mismo pasa en la madre patria, en donde han aparecido últimamente “tertulianos” tanto de El País o el conservador La Razón como de El Diario y Público.
En todos los casos hay un factor predominante: El apoyo mediante suscripciones. Si bien El Desconcierto aún no posee “paywall”, también se financia mediante donaciones voluntarias. Lo mismo pasa con Interferencia, Ciper Chile, LaBot y Fast Check Chile, que poseen un sistema sustentable que permite, entre otras cosas, sostener los emporios y proyectarlos en el tiempo.
La necesidad de información, sobre todo en estos tiempos, ha causado entre otras cosas escenas que nunca pensamos ver: Si la aparición de Sergio Jara ya era llamativa, lo es aún más lo que sucedió esta semana en “Bienvenidos”. La generosa tribuna que día a día obtenían próceres de la antipolítica como Diego Schalper e Iván Moreira, hoy la ostenta Catalina Pérez, diputada de Revolución Democrática. Asímismo, en el espacio que quema sus últimos cartuchos en las mañanas del otrora canal católico, también vimos a Alejandra Matus comentando tanto el mismo Pandora Papers como también el documental “Colonia Dignidad”, que fue estrenado por Netflix.
Las señales son más que evidentes, estamos en un cambio de época y de prospecto de país y la televisión debe así reflejarlo. Como hemos dicho en una infinidad de veces, esto va a ser un largo proceso, gradual y lento pero seguro. Errores y aciertos en el camino seguirán habiendo y será, por supuesto, labor de este sitio destacarlo o reprocharlo para garantizar el derecho al juicio y a la información de nuestros lectores. Porque debemos, porque podemos.